95745 almas abarrotaron un Camp Nou que acogió el Clásico de vuelta de LaLiga. Un partido de urgencia para el Real Madrid, una oportunidad de oro para el Barça. Ambos equipos sabían de la importancia de este encuentro, marcado por todas las informaciones sobre el Barça de estos últimos días. Los culés remontaron el gol inicial del Madrid y se llevaron los tres puntos, que pueden valer una Liga.

El partido empezó con lo que faltó en el último Clásico: emoción y ocasiones. El Real Madrid solo necesitó un minuto para lograr el primer tiro a puerta. Un disparo de Benzema que paró Ter Stegen sin dificultad. Parecía que el Real Madrid había cambiado su actitud, conscientes de lo que se jugaban en este partido. El Barça respondió rápido. Lewandowski puso a prueba a Courtois con un tiro desde la frontal.

Al Madrid se le veía cómodo en el inicio y eso tuvo su recompensa: se adelantó en el minuto 10 gracias a un autogol de Araújo. Lo que era un centro de Vinicius sin peligro se coló al fondo de la red de Ter Stegen, ya que el uruguayo lo remató de cabeza sin querer. Al Barça le tocó remontar.

El partido bajó de revoluciones y el Barça comenzó a adueñarse del balón y a disponer de las mejores ocasiones. Primero la tuvo Christensen, que remató sólo un centro de Raphinha, pero el balón se fue desviado. El danés volvió a tener el gol en sus botas tras un taconazo de primeras, pero Courtois estuvo atento. Y por último, Raphinha se inventó un tiro al paro largo, pero de nuevo el guardameta belga negó el gol al Barça.

Fueron los mejores minutos de los culés. El Real Madrid, por su parte, fue incapaz de encadenar dos pases seguidos durante varios tramos del encuentro y la presión alta de los azulgranas les obligó a jugar en largo sin posibilidad de construir las jugadas.

  • Empate del Barça al filo del descanso

Dicen que tanto va el cántaro a la fuente que al final se rompe. Eso fue lo que pasó al borde del descanso, cuando el Barça consiguió el empate. Sergi Roberto marcó el tanto de los culés tras una jugada embarullada y múltiples rebotes. El partido volvía a empezar en la segunda parte, aunque Lewandowski pudo adelantar al Barça si hubiera marcado la chilena que intentó en el área pequeña.

El Real Madrid no pasó por sus mejores momentos durante gran parte de la segunda mitad. De hecho, no puso en grandes aprietos a Ter Stegen en la segunda parte. Benzema no está y Vinicius no puede hacerlo todo. Ancelotti realizó los primeros cambios en el 60. Nacho, que tenía amarilla, y Kroos, fuera. Entraron Rodrygo y Mendy. La entrada del brasileño fue positiva para los blancos, ya que sumaron un hombre más al ataque. De hecho, fue él quien tuvo la ocasión más clara para adelantar al Madrid. Remató solo desde el borde del área, pero se le fue desviado.

Benzema durante el partido.
Benzema durante el partido. Vía Twitter @realmadrid

Por su parte, el Barça siguió a lo suyo. La alta presión de los culés estuvo a punto de costarle caro al Madrid. Un pase comprometido de Rüdiger a Courtois que el belga le intentó devolver estuvo a punto de cazarlo Lewandoswki. El polaco minutos después armó la pierna en la frontal, pero el balón se marchó rozando el palo. Raphinha también la tuvo, pero Courtois sacó una mano salvadora.

  • Minutos finales de locura: gol anulado a Asensio y gol del Barça en el 91

Los minutos finales pudieron decantar el partido hacia cualquier lado. Asensio adelantó al Real Madrid, pero el VAR anuló el gol. Era el minuto 81, por lo que habría sido casi la sentencia, pero el mallorquín estaba ligeramente adelantado. El balón fue de un lado a otro hasta que en el minuto 91 se coló en la portería de Courtois. El final más cruel. Gol en el descuento y remontada. Lo que el Real Madrid tantas veces hace, lo sufrió de primera mano en este partido. Una buena jugada colectiva del Barça que remató Kessié, solo. 2-1 para el Barça, 3 puntos más y 12 de ventaja en la clasificación.

  • A 12 del Barça.

Al Real Madrid no le dio tiempo a remontar. El Barça ganó el Clásico y, casi, la Liga. Los culés aumentan la distancia a los 12 puntos y ven al Real Madrid desde una posición privilegiada. Nunca antes un equipo ha conseguido remontar tantos puntos con tan pocas jornadas en juego. Aún así, hasta que sea matemáticamente posible, el Real Madrid está obligado a luchar.