A priori, estando en el tercer escalón del fútbol español, con una cantera tan ganadora y prometedora, con talento generacional único y, casi exclusivo, en España, debería ser una decisión muy fácil contar con muchos jugadores del Fabril y del Juvenil A en el Deportivo de La Coruña. 

Como todo en la vida, siempre tiene que haber una excepción, y esa, desgraciadamente, se da en este club. Aún con todas esas ventajas de las que se parten para alinear a las jóvenes promesas, también cuentan con algunas desventajas. La principal: la exigencia a la que está sometido el  club para salir de una vez por todas del pozo de la 1 RFEF. Aunque Riazor pueda parecer un escenario fácil para debutar y brillar siendo una promesa, puede resultar algo perjudicial debido a los nervios, las prisas o el requerimiento del contexto que tenga el partido en ese momento.

No es raro el encuentro que se le complica al equipo en los últimos años en Riazor y, en la grada, comienza el run run con un mal pase, un error en el control o una entrega atrás que no genera peligro. Un canterano o un jugador joven necesita intentarlo una y otra vez hasta que consiga acertar para que pueda ser asiduo del primer equipo y no caiga en tierra de nadie, que, quizás eso, sea el mayor miedo que tienen todos los entrenadores que no le dan oportunidad a los chicos de Abegondo

A mayores de todo esto, hay que sumar que el equipo filial esté en la quinta categoría del fútbol español. Aunque parezca que la exigencia de la 1 RFEF, sobre todo, siendo locales, sea baja, te enfrentas a defensas compactas de 5-6 jugadores compuestas en muchos equipos por futbolistas que han participado en categorías profesionales; y, estando en 3 RFEF, la mayoría de los rivales tienen nivel de preferente o de quinta categoría. Por lo tanto, los contextos son muy diferentes y engañosos.

 Hoy en día, por desgracia, existen muy pocos escenarios propicios para que un canterano derribe las puertas del primer equipo y pueda ser titular sin miedo a caer en un debut adelantado y tener que volver al filial con la cabeza baja y con la sensación de haber ‘‘fracasado’’. Esta situación no se da, ni mucho menos, por la diferencia de nivel o de calidad de los jóvenes, sino por la alta exigencia que se les pide nada más llegar y por la poca paciencia que se tiene con ellos ya que muy pocos son capaces de dar un rendimiento inmediato acorde al que pide la categoría. Después, aparecen excepciones que confirman la regla, como en el caso de la temporada 2021/2022 en la que Pablo Torre, actual jugador del Fútbol Club Barcelona, llevó ‘’en volandas’’ al Racing de Santander a la segunda división.

Asimismo, existen casos, no tan lejos de A Coruña, en los que, seguramente, al aficionado blanquiazul le pueda venir un recuerdo de jugadores de Abegondo que subieron al primer equipo por necesidad y no consiguieron dar el valor adecuado para mantenerse en el más alto nivel teniendo que hacer las maletas antes de tiempo para buscarse un futuro como futbolistas lejos de Riazor como es el caso de: Yago Gandoy, Jorge Valín, Juan Rodríguez, Adri Castro, Borja Galán...

Fuente: RC Deportivo de La Coruña
Fuente: RC Deportivo de La Coruña

¿Son suficientes las oportunidades en el primer equipo para los canteranos? 

Esta es una pregunta que se cuestionan diariamente muchos aficionados del Deportivo. Jugando un poco con las cartas a su favor, hoy en día cuentan con ficha de primer equipo ocho jugadores que han pasado por las instalaciones de Abegondo al menos 3 años de su formación, sin contar al coruñés Lucas Pérez. En la temporada 2021/2022, Borja Jiménez apostó por subir directamente del juvenil A, al primer equipo, sin pasar por el Fabril, a Trilli Noel. Pablo Brea y Yeremay Hernández también formaron parte del primer equipo ascendiendo del filial. Cuatro jugadores canteranos, de los cuales, dos de ellos tuvieron bastantes minutos hasta que Trilli cayó lesionado y Noel perdió protagonismo por unas supuestas negociaciones en invierno con el Real Madrid.

En la temporada actual el de Silleda ya no se encuentra en tierras gallegas pero tres de esos cuatro canteranos siguen en el plantel. Si bien es cierto que con un Juvenil A campeón de España y una camada de jóvenes jugadores tan prometedores, deberían tener más oportunidades en el primer equipo; debido a la escasez de recambios que hubo en una parte de la temporada, teniendo como único delantero disponible a Max Svensson. Futbolistas como Martín Ochoa, David Mella, Mario Nájera, Diego Gómez o Daniel Barcia piden a gritos con sus grandes actuaciones una mínima participación en el conjunto coruñés. No hay que olvidarse que, salvo el último, se encuentran aún en edad juvenil y que tienen un contrato profesional firmado con el club herculino, el cual confía mucho en sus prestaciones para un futuro no tan lejano.