Durante los 125 años de historia del Athletic Club, han pasado una infinidad de jugadores que han vestido la elástica rojiblanca, pero sin duda alguna, uno de los más queridos es Mikel Balenziaga. Con 35 años y 398 partidos a sus espaldas, el natural de Zumárraga ha sido una de las piezas clave en la zaga bilbaína para la consecución de todos sus logros durante la pasada década.

A finales de abril de este mismo año, Balenziaga anunció en una rueda de prensa que esta sería su última temporada defendiendo los colores del Athletic Club, pues al finalizar la campaña se retirará del fútbol profesional. ‘’Un futbolista de equipo y de día a día’’ fue como lo definió la cuenta oficial de Twitter del Athletic Club, y es que según las propias palabras de Balenziaga, lo que más ha disfrutado durante su etapa como león, es el propio aprendizaje diario y el día a día con sus compañeros de equipos.

El último partido de Balenziaga podría ser en el Santiago Bernabéu, pues este sábado, el Real Madrid recibirá al Athletic y, a pesar que no está confirmada la titularidad de Mikel, no hay un mejor escenario para retirarse que en la capital española.

Una trayectoria para enmarcar

Los últimos años de Balenziaga como jugador del equipo vasco han estado marcados por las repetidas lesiones que ha sufrido, y que aún así no han sido capaces de empañar la magnífica carrera deportiva del lateral guipuzcoano. Aún así, en este tiempo que ha pasado apartado de los terrenos de juego, ha seguido siendo capaz de transmitir los valores de la entidad a los jóvenes canteranos y que un día le transmitieron a él jugadores como José Ángel Iribar o Carlos Gurpegui.

Desde pequeño, empezó a practicar el deporte en las categorías inferiores de la Real Sociedad, hasta lograr debutar con el segundo equipo en 2006, hace 17 años. Apenas un par de años, el Athletic vio despuntar al entonces joven Balenziaga y lo fichó por un millón de euros. No fue un camino de rosas para Balenziaga, que después de una temporada en la que ocupó un rol de rotación después de perder la titularidad a principios de febrero. 

Entonces, el Athletic decidió ceder a un Balenziaga que estuvo tres años lejos de País Vasco, jugando una campaña en el Numancia y otras dos en Valladolid, lugar donde conseguiría un ascenso a Primera División. Al regresar para la temporada 2011/12, después de ya mucho rodaje y con la confianza de Ernesto Valverde, se hizo con la titularidad y consiguió disputar hasta 40 encuentros. Acabado el vaivén de equipos, se estableció como uno de los engranajes principales que movían el motor del equipo. 

Balenziaga junto a la grada de animación en su despedida | Fuente: @athleticClub
Balenziaga junto a la grada de animación en su despedida | Fuente: @athleticClub

Entre sus hitos más destacados, la mítica fase previa contra el Nápoles; en la que fue capaz de secar a la delantera italiana para dar la clasificación a la Champions League al cuadro al mando de Ernesto Valverde. Tampoco se pueden olvidar las dos Supercopas de España ganadas al Barça en 2015 y 2021, siendo titular en ambas y destacando aún más en la primera de las dos por un marcaje antológico a Leo Messi, anotador de 49 tantos esa temporada.

Mikel Balenziaga puede haber pasado un poco desapercibido en comparación con otros grandes jugadores con los que compartió equipo; como bien podrían ser Aritz Aduriz, Raúl García o Muniain. Pero si algo no se puede negar, es que sin Mikel Balenziaga, todos los logros del equipo por el que ha luchado durante 12 años consecutivos hubiesen sido mucho más difíciles de conseguir. La llegada de Yuri Berchiche y las lesiones han imposibilitado que Mikel pudiese mantenerse al 100% en estos últimos años de su carrera deportiva, pero aún contando con tan pocos minutos de juego, ha sido capaz de demostrar que los jugadores con clase nunca la pierden por muchas lesiones que atraviesen.

El fútbol español echará de menos a una leyenda del Athletic Club, a la que lo único que queda decir es: ¡Agur Mikel!