En muchas ocasiones, se exige a los entrenadores unas responsabilidades que no son suyas. Es responsabilidad del entrenador que el equipo sepa a lo que juega, que los jugadores estén a gusto o que la preparación física sea la adecuada. Si el equipo pierde, sobre él recaen la mayor parte de las críticas. Sin embargo, la mayor parte de culpa es de los jugadores, que son los que se visten de corto.

Esta temporada, debido a la crisis, ha habido menos destituciones de las habituales. El finiquito sale muy caro. El primero en caer fue Mauricio Pochettino. El técnico argentino vio truncada su gran trayectoria al frente del Espanyol tras casi cuatro años. En menos de una semana, su tocayo Mauricio Pellegrino fue destituido por el Consejo de Administración del Valencia, en boca de su presidente.

Si bien es cierto que ninguno de los dos equipos se encontraba en un buen momento, el entrenador es el que menos culpa tiene en esta situación. Los clubes aplican una medida categórica: es más fácil echar a 1 que a 25. Así que el entrenador se va a casa dándole vueltas a sus errores y los jugadores pasan página.

Un nuevo entrenador puede provocar un cambio en la actitud de la plantilla y, por tanto, en los resultados. Si esta transformación es momentánea, significa que el problema no era la incapacidad del técnico sino la predisposición de los jugadores. Si es permanente, el entrenador no era el adecuado o no fue capaz de hacerse con la situación.

Hay varios banquillos que pueden tener un nuevo inquilino. José Luis Oltra, Juan Antonio Anquela y Joaquín Caparrós aún no saben si se comerán el turrón este año. La delicada situación del Deportivo, Granada y Mallorca, respectivamente, hace peligrar sus puestos. Tres entrenadores de la clase trabajadora que se están viendo obligados a competir con plantillas hechas con retales de otros equipos.

El campechano entrenador del Granada, Juan Antonio Anquela, respondió lo siguiente cuando un periodista le preguntó en rueda de prensa si sentía en peligro tras perder ante el Valladolid: “¿Y tú, te sientes en peligro? Yo tampoco. Hoy en España está todo el mundo en peligro, que no se nos olvide a nadie.”