Alemania se ha impuesto a España en esta Champions League, y además con brillantez y merecimiento. El recital del Borussia de Dortmund en el Signal Iduna Park fue suficiente para acceder a la final y el Bayern bajó al Barça del reino de los cielos para convertirlo en uno más de los mortales. Pero el análisis no se debe quedar ahí. Los dos trasatlánticos del fútbol mundial no se pueden conformar con caer en semifinales, y mucho menos de la forma en la que lo han hecho. El Barcelona ha llegado a este final de temporada en un estado físico muy por debajo de lo exigido y el Real Madrid no le ha sabido jugar al Dortmund en los cuatro encuentros en los que se ha enfrentado al equipo bávaro esta temporada. Sí, los de Mourinho vencieron 2-0 en el Bernabéu en la vuelta, pero más por corazón que por juego, ya que el conjunto blanco ha demostrado que le cuesta mucho crear y llevar la batuta de los partidos. Ante equipos potentes, da la impresión de que sólo se encuentra cómodo jugando a la contra.

Futbolistas como Xavi, Iniesta y Busquets apenas han gozado de quince días anuales de descanso desde 2008

Al margen de la responsabilidad que hayan podido tener -y tienen- Real Madrid y Barcelona, Mourinho y Tito Vilanova, de los resultados cosechados por ambos clubes, algo que analizaremos posteriormente, cabe destacar un par de detalles que se han tornado definitivos. En primer lugar, si nos detenemos por un instante y observamos los equipos iniciales de los cuatro encuentros de las semifinales de la Champions, podemos apreciar una notable diferencia entre los jugadores de los equipos alemanes y los españoles: el desgaste físico. Por ejemplo, Tito Vilanova apostó en el Bay Arena por un conjunto formado por Víctor Valdés; Dani Alves, Marc Bartra, Piqué, Jordi Alba; Busquets, Xavi, Iniesta; Pedro, Alexis y Messi. De entrada, el astro argentino no estaba en condiciones de jugar, como así se pudo comprobar durante los 90 minutos. Tenía que medir de forma extraordinaria los 'sprints' y con el balón le faltaba la chispa, la lucidez de otras ocasiones, algo que chocó con la imperial defensa germana, en un estado de forma excepcional. Y además, de los diez jugadores restantes, al menos cuatro atraviesan uno de sus peores estados de forma de los últimos años, algo provocado, sin lugar a dudas, por el deterioro físico y emocional que conlleva haber disputado y ganado tantos encuentros desde 2008, cuando España consiguió la segunda Eurocopa de su historia. Futbolistas como Xavi, Iniesta y Busquets apenas han gozado de quince días de descanso completo desde esa fecha, una situación que al final acaba pasando factura. Al Real Madrid le ocurre tres cuartos de lo mismo, con la salvedad de que en su caso cuenta con menos jugadores de la selección nacional, si bien más que importantes. Desde Casillas hasta Xabi Alonso, pasando por Sergio Ramos o Arbeloa. Quizá el sevillano, junto a Jordi Alba y Pedro, es de las pocas excepciones, ya que los tres gozan de un físico privilegiado.

Los equipos alemanes realizan minipretemporadas en febrero que les hacen llegar a abril y mayo en plenitud

El otro detalle fundamental es que los equipos alemanes, cuya Liga tiene parón invernal, realizan minipretemporadas durante el mes de febrero, lo que propicia que todos ellos lleguen a los meses de abril y mayo en plenitud. El Bayern y el Dortmund no son más que dos ejemplos. Hombres como Ribèry, Javi Martínez, Robben o Lahm, así como los Hummels, Gundogan, Gotze o Lewandowski, atraviesan un momento físico sensacional, difícil de igualar, incluso por los futbolistas del Real Madrid y el Barcelona, si no se encuentran a su mejor nivel. El Bayern pasó como un vendaval por encima de un Barcelona que se sintió más que impotente en ambos encuentros. Una sensación que parecía tener olvidada desde la llegada de Guardiola.

Pero al margen de estos dos condicionantes y de las bajas de Puyol, Mascherano, Arbeloa y Messi, sin duda trascendentes, clubes y técnicos tienen, evidentemente, gran parte de culpa de lo sucedido. Desde la confección de las plantillas hasta la elección de los equipos iniciales, pasando por los cambios. En ese sentido, que el Barcelona necesita un central es sabido desde hace, al menos, dos temporadas. Puyol, a sus 35 años e inmerso en una plaga de lesiones que no le abandona desde 2010, es incapaz de recuperar su mejor versión; Abidal tiene complicado también volver a ser el de antes por razones lógicas, y Mascherano no es un defensor de primer nivel, por mucho que tenga condiciones para ello, se haya adaptado bien al puesto y sea un competidor nato. Para esa demarcación, para ser el acompañante de un Piqué que necesita descanso, tres nombres se erigen en el mercado como principales opciones: Hummels, David Luiz y Thiago Silva. Con condiciones diferentes, todos ellos se aclimatarían rápido al juego del Barcelona y se complementarían a las mil maravillas con el '3' blaugrana. En la recámara se podrían situar futbolistas como Vertonghen o Marquinhos, posiblemente con más futuro pero menos fiables.

Un Larsson

Otra posición que se quedó huérfana en el Barcelona tras la marcha de Larsson es la de delantero centro rematador. Villa ha perdido velocidad y potencia y Messi es humano. Cuando los partidos se complican, el Barça llega a línea de fondo a través de Alves, Alba, Alexis, Pedro o Tello pero ninguno de ellos encuentran en el área, o llegando desde atrás, a un futbolista capaz de anticiparse al resto para rematar, sobre todo de cabeza. Messi a su mejor nivel es capaz de intentarlo, e incluso de conseguirlo. Pero no es su especialidad. Tampoco la de Villa, mejor con espacios y buscando la espalda de la defensa. Se fue Larsson y no llegó nadie. Y la secretaría técnica del conjunto azulgrana todavía no parece haberse dado cuenta. Ya sea un ariete de segunda fila que acate la suplencia o un delantero de primer nivel para compartir titularidad con Messi -el argentino ya se ha dado cuenta de que le viene bien jugar por detrás de un '9'-, lo que está claro es que el cuadro de Tito Vilanova necesita reforzar esa línea. Nombres hay muchos, para todos los gustos: Falcao, Lewandowski, Dzeko, Negredo, Cavani, Matri, Soldado... todo depende del rol.

El Barcelona necesita firmar un central, un delantero y acelerar la llegada de Neymar

Y por último, teniendo en cuenta la decepción -ya confirmada- que ha supuesto el fichaje de Alexis, un futbolista que en el Udinese se caracterizaba por encarar y driblar y que en Barcelona todavía no ha mostrado esa faceta, parece claro que ha llegado la hora de Neymar. Sí, quizá sea un Robinho. A nadie le sorprendería. Pero también puede que sea un Ronaldinho, y el Barcelona, así como su afición, necesita renovarse, recuperar la ilusión y volver a creer. Que el ciclo no termine. Aun así, el brasileño debería asumir -parece, por sus declaraciones, que lo hace- que el protagonista del juego blaugrana es Messi, y que él sería el segundo espada. Cèsc Fábregas y Thiago deben dar un paso al frente y opositar para ser los nuevos Xavi, un futbolista que tendrá que dosificarse a partir de este verano si quiere seguir siendo una pieza clave del conjunto azulgrana.

Turno para Ancelotti

Por su parte, el Real Madrid también necesita varios retoques de cara a la próxima temporada. Lo primero que ha de hacer Florentino Pérez es elegir entrenador, ya que todo hace indicar que Mourinho tiene más de un pie en el Chelsea. De lo que ofrece el mercado, lo más idóneo parece ser la llegada de Ancelotti, un técnico contrastado, con experiencia en varios países, capacidad de adaptación y acostumbrado a lidiar con estrellas. En cuanto a los jugadores, después de varias temporadas en el club, tanto Higuaín como Benzema han demostrado que no son delanteros de primerísimo nivel. No son arietes que garanticen treinta goles por temporada y que resuelvan en los partidos importantes como pueden ser Falcao o Agüero, por citar dos ejemplos. Uno de los dos -Higuaín o Benzema- tiene sitio en el equipo, para dar descanso al punta titular, entrar en las rotaciones o ser un revulsivo en las segundas partes, pero sólo uno. Bale, que según se puede leer desde hace varios meses 'ya' está fichado, es un futbolista impresionante, con presente y mucho futuro, pero lo cierto es que con Di María y Cristiano en las bandas, Özil en la mediapunta y Modric en la recámara, por bastante menos dinero el Real Madrid podría fichar a un extremo de segundo nivel, que mejore a Callejón y que pelee con Di María por ser titular.

Touré Yayá, Agüero y Glen Johnson le darían al Real Madrid un salto de calidad

Pero si hay dos demarcaciones claves que ha de reforzar el conjunto madridista son el centro del campo y el lateral diestro. Khedira no tiene nivel para ser titular en el Real Madrid, y Modric no ha logrado ser el del Tottenham junto a Xabi Alonso. Essien retornará al Chelsea y el tolosarra necesita un acompañante de garantías, un futbolista técnico, potente, trabajador y, a ser posible, 'box to box'. Y ese jugador no es otro que Touré Yayá, uno de los mejores mediocentros del mundo. Kondogbia, Pogba o Gundogan son buenos futbolistas, pero ninguno de ellos es lo que necesita el Real Madrid en estos momentos. Quizá el germano tenga nivel para actuar en el Bernabéu, pero Touré Yayá, aun diferente, es muy superior. En cuanto al lateral derecho, Álvaro Arbeloa es uno de los jugadores más regulares del Real Madrid. Cumplidor, trabajador y hombre de equipo, su compromiso está fuera de toda duda, pero el conjunto blanco necesita tener en su equipo a los mejores del mundo en cada puesto, y el salmantino no está entre los cinco laterales derechos más destacados del planeta, pese a que en estos momentos sea también titular en la selección española. La opción de colocar a Sergio Ramos en banda para dar entrada a Varane en el 'once' titular junto a Pepe parece una buena alternativa, pero el sevillano es, posiblemente, el mejor defensa central del mundo. Por ello, podría ser más aconsejable firmar a un lateral diestro específico, como puede ser Glen Johnson. Un jugador experimentado (28 años), polivalente, rápido, técnico y que es capaz tanto de atacar como de defender. Con Agüero, un extremo, Touré Yayá y Glen Johnson, así como el 'librillo' de Ancelotti, un preparador que se sabe adaptar a cualquier estilo de juego y no tendrá problemas en hacer lo necesario para agradar al Bernabéu; el conjunto blanco está en disposición de seguir luchando, con más garantías que hoy en día, por todos y cada uno de los títulos que dispute.

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Sobre el autor
Santy Menor
Avilés, 1989. Licenciado en Periodismo por la Universidad de Valladolid y autor de 'La soledad del portero' (Éride, 2014). LA VOZ DE AVILÉS, TODODEPORTE, ELCOMERCIO.es y Sphera Sports.