Javier Alejandro Mascherano: jugador del Barcelona y de la Selección Argentina, considerado como uno de los mejores futbolistas del mundo; no puede enterrar tanto trabajo con unas actitudes tan poco deportivas. El pasado fin de semana, el mediocentro fue expulsado en el minuto 82, según el acta arbitral por el siguiente motivo: "Dirigirse a mi asistente número uno: Yuste Jiménez, Juan Carlos, en los siguientes términos: 'La concha de tu madre".

Mascherano es un jugador de intachable comportamiento años atrás, sin embargo el pasado domingo se equivocó. Los profesionales del deporte deben ser un adalid para la sociedad, he ahí el motivo de su obligación a medir sus actos dentro y fuera del terreno de juego. Hay expresiones alumbradas para ser dichas en ámbitos coloquiales pero nunca para expresar su disconformidad y/o despreciar el trabajo del árbitro o asistente por una decisión que o no entiendes o no compartes.

Ahora, y gracias a las imágenes de televisión, podemos escuchar que lo que dijo no fue: “La concha de tu madre” sino: “La concha de tu hermano”. Sea una u otra la frase, la realidad es que es una falta de respeto inasumible en un entorno, el de FIFA, que precisamente se cimienta en la comprensión. El camino para conseguir el tan glorificado respect es que a los colegiados no les tiemble el pulso a la hora de echar a aquellos jugadores que insulten o desprecien a cualquier deportista sobre el verde, sea futbolista, entrenador, público o árbitro. Y que el comité de competición no solo entre para quitar tarjetas, sino que actúe de oficio para castigar este tipo de comportamientos que la verdad, solo dañan la imagen del fútbol.

4º y 6º punto del código de Juego Limpio de la FIFA 

4. Respeta a los adversarios, a los compañeros, a los árbitros, a los oficiales y a los espectadores.

Fair play significa respeto. El respeto forma parte del juego. Sin adversarios no hay partido. Los rivales tienen los mismos derechos que tú tienes, incluido el derecho a ser respetados. Tus compañeros son tus colegas. Tú formas parte de un equipo en el que todos los miembros son iguales. Los árbitros están en el campo para mantener el orden y el juego limpio. Acepta siempre sus decisiones y ayúdalos a que el partido pueda disfrutarse sin más. Los oficiales forman parte de la competición y los espectadores crean el ambiente. Ellos desean ver un partido en el que se juegue limpio, pero también deben comportarse deportivamente.

6. Honra a quienes defienden la buena reputación del fútbol.

La buena imagen del fútbol ha sobrevivido porque la mayoría de las personas que lo quieren es honesta y justa. A veces, los hay quienes hacen algo excepcional, a estas personas se les deberá honrar en público público su buen ejemplo para alentar a otros a actuar de igual manera. Hay que promover la buena imagen del fútbol, dando a conocer sus mejores acciones. Por este motivo, la única forma de acabar con los malos modos sobre el verde es castigar y también enseñar. 

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Sobre el autor
Manuel Pérez Lima
Exárbitro de Primera División.