Una de las frases más certeras del novelista brasileño Paulo Coelho es la siguiente: "En vez de maldecir el lugar en el que caíste, deberías buscar aquello que te hizo resbalar". La cita es perfecta para comenzar a ubicarse en una de las hipotéticas posibilidades que se podrían dar el próximo fin de semana con motivo de la disputa de la última jornada, en la que dos equipos se juegan el título en similares escenarios. Ambos ante equipos que ya lograron cumplir su principal objetivo, que no era otro que la permanencia en la máxima categoría del fútbol español. Dos conjuntos que se juegan el orgullo de una victoria ante su afición y quizás algún incentivo económico surgido de los subterráneos de la cara B del fútbol, que no es poco, pero nada comparable a lo que persiguen tanto Barcelona como Real Madrid, el título de Liga.

Es quizás por ello desde todo punto erróneo concluir que si Barça o Real Madrid pierden o ganan la Liga, el citado éxito o fracaso, podría ser atribuible a los méritos o deméritos tanto de Deportivo como Granada en sus respectivos partidos. En la citada línea toca semana de estudio y recuperación del archivo de documentación, que sin duda establece precedentes y probabilidades sobre el abanico de situaciones que se podrían desarrollar. Mucho más en un deporte tan apasionante e impredecible como el fútbol, pero de ahí a hacer una interpretación inexacta de los precedentes hay todo un mundo.

El poder de quitar Ligas

Está de moda el típico jugador que se descuelga con declaraciones del estilo: Me gustaría quitarle la Liga al Barça o en su caso al Madrid. Una declaración absolutamente respetable, pero sumamente pretenciosa, pues atribuirse  la pérdida de un título de equipos como Real Madrid o Barcelona a una acción puntual en un partido de Liga es del todo inexacta y una forma de desvirtuar la veracidad de la información. Ni Pier, ni Estebaranz, ni Dertycia, ni Valdano, ni el Tenerife, le quitaron al Madrid dos Ligas en la última jornada en los años noventa. Aquellas Ligas las perdió el Madrid, se las quitó el propio Madrid o en su caso el Dream Team del recientemente desaparecido Johan Cruyff. Una competición tan larga y dependiente de la regularidad como la Liga no se pierde en una última jornada por la acción puntual de un jugador rival, o la incentivación económica de un equipo, sino por el cúmulo de la pérdida de puntos a lo largo de toda una temporada. Partiendo de este planteamiento sería bueno concluir que Tamudo no le quitó ninguna Liga al Barcelona en la penúltima jornada de 2007, como tampoco se la dio González al parar el penalti a Djukic en 1994. La citada aseveración sería tan injusta como responsabilizar únicamente a Djukic de la pérdida de la citada Liga por parte del Dépor. 

El archivo de documentación

El archivo de documentación y la hemeroteca constituyen una magnífica biblioteca física de enseñanza, quizás no tan valiosa como la memoria hablada, pero para un buen uso de la misma es básica su correcta interpretación. Por eso es importante dejar claro que ni Granada ni Dépor birlarán la Liga al Barça o Madrid. Cuando se hace un ejercicio de valor de equipos de semejante presupuesto, calidad y palmarés (dos de los cuatro mejores de Europa) respecto a equipos de la zona baja de la tabla, se debería ser cuando menos exacto. El fútbol y noventa minutos suelen otorgar sorpresas de tal magnitud que en ocasiones llegan a igualarse las fuerzas, pero sería un ejercicio de cinismo y desinformación no dejar  claro que solo el propio Barça se puede ‘quitar’ la Liga. Llegar a la conclusión por tanto de que deberá hacer balance de sus propios errores. Dejando absolutamente diáfano que en caso de que alguien desbanque al club azulgrana del liderato en la última jornada, este sería el Real Madrid con sus doce victorias consecutivas o el propio Barça con el célebre bache de abril. Ni Granada ni Dépor, sino Barça y Madrid, dos protagonistas de una Liga de elevada dificultad que se debe valorar como merece otorgando el mérito correspondiente al que finalmente se corone campeón. Los datos siempre son objetivos: dos de los tres primeros clasificados son finalistas de la Champions y el séptimo clasificado es el Sevilla, con 18 duelos sin ganar fuera del Sánchez Pizjuán, pero en cambio finalista de la Europa League y la Copa del Rey.

Vendedores de crecepelo

Todo aquel que se dedique al mundo de la publicidad conoce que la citada profesión posee un componente altísimo de sugestión y en cambio un porcentaje ínfimo de exactitud. Por ello resulta bastante chocante que el servicio de la información y el ejercicio del periodismo se alejen cada vez más de su esencia y se acerquen en tal medida al mundo de la sugestión publicitaria. Por tanto por muy atractivos y seductores que puedan resultar los titulares, sería aconsejable vender un producto con un mínimo de calidad, lo más objetivo posible e informar con coherencia y sobre todo exactitud. Solo el Barça puede perder o ganar su propia Liga y solo el Madrid puede quitársela. Todo lo demás son vendedores de crecepelo, mercaderes de la información y otras hierbas.