No era fácil, pero estaban los mejores. La final de la Eurocopa de Croacia de hace unos meses volvía a reeditarse en el Mundial de la India con los octavos de final como telón de fondo. La selección francesa de Lionel Rouxel buscaba ‘vendetta’ tras caer derrotada por los españoles en una final agónica al galope de una tanda de penaltis sufrida, y casi saborean su objetivo. Con las ideas claras y con el objetivo marcado, los galos dominaban un encuentro dispuesto a teñirse de azul. La rúbrica al buen hacer de los franceses llegaba de la mano de Pintor (min. 34), adelantado a Francia en el marcador tras una portentosa jugada por el flanco izquierdo (1-0).

Sin rendirse, y ataviados de héroes, los hispanos mostraron sus credenciales en el minuto más mortífero del encuentro, a un minuto del descuento. Por detrás en el luminoso, y con la agonía susurrando la nuca, Juan Miranda se deshizo del sabor amargo de los últimos encuentros tras enchufar, por fin, un gran cabezazo dentro de las mallas (1-1). El lateral izquierdo del FC Barcelona voló ligeramente en el área rival para empatar el encuentro sobre la bocina, despojándose sin complejos de cada esférico enviado al palo en los últimos encuentros de la fase de grupos. La zurda con más futuro del panorama español marcaba su nombre con fe en este Mundial en el momento más exacto. 

La reanudación mostraba sobre el verde del Indira Gandhi Athletic Stadium a los pupilos de Santi Denia con la jerarquía necesaria para remontar el encuentro. Los aires de grandeza llegaban de la mano de más azulgranas, tanto de Mateu Jaume como Sergio Gómez por partida doble, destapándose una vez más en este campeonato. Sin embargo, faltaba él. Capitán, dueño y señor, Abel Ruiz llegaba en el minuto 90 para ejecutar con la elegancia que emerge de un líder la pena máxima que rubricaba el pase a cuartos de la selección española (1-2). Sin miedo, asumiendo la responsabilidad de capitán, el ariete azulgrana fusilaba a Fofana Yahia para estampar con todos los honores el billete hacia cuartos.

Allí les espera este domingo la selección de Irán, con hambre de seguir haciendo historia. La selección española respira tranquila, la solidez azulgrana sigue sustentando los cimientos de una sub17 con insaciable sed de triunfos.