Este lunes cierran la jornada 32 dos equipos con aspiraciones muy distintas desde los inicios de la temporada. Así como el Villarreal estaba llamado a ocupar plazas europeas, el Deportivo Alavés empezaba la competición con la esperanza de mantener la categoría. Y fue, precisamente, el equipo albiazul el que frenó la carrera de los castellonenses en el nuevo Estadio de La Cerámica cuando les derrotaron por cero a dos en la jornada 13, por primera vez en esta Liga.
Manu García: con el corazón albiazul
Manuel Alejandro García Sánchez, más conocido como Manu, empezó a jugar al fútbol en el equipo de su colegio, el San Viator. Como era club convenido de la Real Sociedad, se marchó hacia Donosti para jugar en sus equipos inferiores. Tras una temporada fugaz en el recién ascendido Girona, ficha por el Eibar y es cedido ese mismo año al Real Unión de Irún. Curiosamente, el equipo fronterizo subió a Segunda y el Eibar bajó a Segunda B, con lo que fue repescado. Sólo permanecería una temporada y se marchó a la U.D. Logroñés, donde marcó 13 goles. Y por fin, en la temporada 2012-13 llegó al Alavés, cumpliendo el sueño que tenía desde niño.
El entonces entrenador alavesista, Natxo González, le puso como lateral izquierdo, ante los problemas que existían en esa banda y destacó de tal manera que continuaría en esa demarcación durante muchos partidos. Poco a poco, se fue ganando el cariño de la afición y se convirtió en el icono del equipo. Conseguido el ascenso a Segunda División, le cambiaron de posición y empezó a jugar en la zona media, junto a Jagoba Beobide, siendo protagonistas del agónico partido de Jaén. En la temporada 2015-16, el equipo vitoriano subió a Primera División y Manu se consolidó como capitán, llevando con orgullo el brazalete.
Hace cuatro jornadas, superó la cifra de los 175 partidos jugados en el Alavés. A esos hay que sumar otros muchos, para llegar a los 299 que lleva en su carrera deportiva. Casi 23.000 minutos jugados, con 34 goles en su haber. En el aspecto negativo, hay que decir que lleva 95 tarjetas amarillas, cinco dobles tarjetas amarillas y dos expulsiones directas.
Si nos centramos en esta temporada, sus estadísticas le llevan a 25 partidos disputados, cinco de ellos en Copa del rey. Ha marcado dos goles. Uno de ellos fue el primero que marcaba el equipo babazorro en su regreso a Primera División, frente al Atlético de Madrid en el Vicente Calderón y el otro, también fuera de Mendizorroza, frente al Depor, en Riazor. Ya lleva 8 tarjetas amarillas, habiéndose perdido el perdido en los Cármenes por acumulación y en total, casi 2.000 minutos jugados, luciendo su brazalete de capitán. Un brazalete que espera volver a lucir el 27 de mayo en el mismo estadio donde marcó su primer gol en Primera División, en esa final de Copa frente al F.C. Barcelona.
Bruno Soriano: profeta en su tierra
Bruno Soriano Llido nació en un pueblecito de Castellón y se formó, futbolísticamente hablando, en las categorías inferiores del Villarreal. Desde muy joven, adquirió la categoría de capitán y llevaba el brazalete cuando ascendió con el Villarreal B a la Segunda División B, en la temporada 2006-07. Ya en esa temporada, alternaba partidos con el equipo filial y con el grande, para subir de categoría definitivamente en la temporada 2007-08.
Su primer gol en Primera División lo materializó ante su público, en el viejo Madrigal, frente al Rayo Vallecano. Aquel 29 de octubre de 2011 no se le olvidará. Ya llevaba 129 partidos en la máxima categoría y se le resistía el gol. En agosto de 2010, fue llamado por Vicente del Bosque para jugar con la Selección en un amistoso frente a México. Ese mismo año, también fue convocado, esta vez para dos partidos oficiales de clasificación para la Eurocopa del 2012. Ha sido llamado en siguientes convocatorias, llegando a disputar diez encuentros con la Roja.
Todos sus encuentros los ha disputado con la camiseta del Villarreal. Ha llegado a la bonita cifra de 432 partidos. Ha marcado 31 goles, casi los mismos que asistencias. Lleva 80 tarjetas amarillas, cuatro dobles amonestaciones y dos expulsiones directas. Todo ello le lleva a sumar casi 34.000 minutos jugados en el submarino amarillo.
Si nos centramos en esta temporada, tenemos que decir que, debido a la participación internacional del equipo, lleva ya 39 partidos en su haber, con cinco goles marcados y seis tarjetas amarillas. Es un jugador habitual en las alineaciones, ya que ha sido titular en la casi totalidad de los encuentros disputados.
En definitiva, hemos analizado la trayectoria de dos grandes jugadores, que llevan a su equipo en el corazón y que muestran unas estadísticas similares, salvando la distancia europea de Bruno, debido a la participación de su equipo en la Europa League. Los dos son un claro ejemplo de amor a unos colores y que saben transmitirlo a la grada, pues ambos se han convertido en referente de sus equipos y de sus aficionados.