Tras el parón de selecciones el Deportivo Alavés viaja a Getafe para jugar un partido clave. Los albiazules buscarán por primera vez en la temporada dos victorias consecutivas. Lo intentarán contra un rival al que ya derrotaron el Copa del Rey. El cuadro azulón llega después de empatar contra el Real Betis en un partido que empezaron ganando 0-2.

En el duelo de mañana los babazorros se encontrarán con varios viejos conocidos. Entre ellos está el entrenador azulón, José Bordalás, que logró el ascenso en el Deportivo Alavés hace dos temporadas. Junto a él se sienta en el banquillo Sergio Pelegrín, ya retirado. Además, en la plantilla madrileña militan Sergio Mora, Medhi Lacen y Dani Pacheco, que está disponible por primera vez en la temporada.

Mauro Arambarri, orgullo charrúa

José Bordalás tiene muy claro qué tipo de jugadores quiere. El coraje, la lucha y la valentía en el terreno de juego son características clave. Esos requisitos los cumple Mauro Arambarri uruguayo, centrocampista llegado este pasado verano cedido procedente del Boston River de su país. 

A sus 22 años ha conseguido ganarse un hueco en Europa. Es clave en el centro del campo azulón, y ha jugado todos los partidos oficiales del equipo en el centro del campo. Juega en el doble pivote que propone José Bordalás. En esa zona ha hecho gala de sus mejores cualidades. Es un muy buen jugador al corte gracias a su intensidad y potencia, que le permite llegar al balón antes que sus rivales. Una vez recuperado el esférico saber distribuir con calidad.

Otra de sus características, de las que ya ha hecho gala esta temporada, es su disparo desde lejos. Frente al Leganés consiguió así su primer gol en La Liga. Es un jugador peligroso a balón parado, tanto desde el golpeo como en el remate, siendo un potente cabeceador a pesar de no destacar por su estatura.

Manu García, el gran capitán

El Deportivo Alavés tiene en Manu García su faro. Ya lo tenía la pasada temporada cuando el equipo era la revelación de La Liga, y lo vuelve a tener este año con el equipo en puestos de descenso, en la que es su sexta temporada en el equipo. Manu García y el Alavés son uno. 

El vitoriano comenzó la temporada de manera intermitente. Con el argentino Luis Zubeldía en el banquillo alternó titularidades con suplencias. Desde la llegada de De Biasi al club babazorro su situación ha cambiado. No es casual, ya que el capitán da al técnico italiano lo que busca: lucha, corazón y compromiso con la causa. Así, ha jugado todos los partidos salvo el duelo de Copa del Rey. 

Desde su llegada al cuadro vitoriano su mejoría ha sido infinita. Siempre en la sala de máquinas, ha demostrado ser un jugador con una capacidad física sobresaliente. Eso le permite ejercer de forma intensa la presión, además de incorporarse al ataque con peligro. En una de esas incorporaciones logró marcar frente al Real Madrid. El toque de balón no es su mayor cualidad, pero con el paso de las temporadas su progresión ha sido grande.

Este sábado Arambarri y Manu se encontrarán en el centro del campo del Coliseum Alfonso Pérez. Ambos saben que pelear cada balón será clave para conseguir una victoria muy importante para lograr los objetivos.

Manu celebra el gol logrado frente al Real Madrid  |  Fotografía: La Liga
Manu celebra el gol logrado frente al Real Madrid | Fotografía: La Liga