El Deportivo Alavés toca fondo. Si el partido frente al Getafe se planteaba como un duelo clave para que los babazorros comenzaran su remontada, han demostrado que todavía tienen mucho que mejorar para conseguir la salvación. Un buen y efectivo Getafe ha pasado por encima de los vitorianos.
4-1, con un Alavés muy errático en defensa y timorato en ataque. Dos goles en los diez primeros minutos y dos en la segunda parte sentenciaron a los albiazules, que maquillaron el resultado por medio de Santos. Los babazorros siguen mostrando sus múltiples carencias y se quedan con seis puntos en la tabla, a diez del Getafe.
De Biasi volvió a confiar en el sistema de cinco defensas que ya se ha convertido en su seña de identidad, pese a que sigue sin ser un sistema efectivo. Con la vuelta de Vigaray al carril derecho era Maripán el que se quedaba en el banquillo. Wakaso, el mejor albiazul frente al Espanyol, dejaba su puesto en el once a Álvaro Medrán.
El partido empezaba de una forma fulgurante. El Getafe lo intentaba más, especialmente desde las bandas, y así llegaba el primer gol del partido. Centro desde la derecha del cuadro azulón que Bergara manda a la red con una pizca de fortuna. Su primer cabezazo lo atajaba Pacheco de forma brillante, pero el rechace golpeaba al centrocampista y entraba. Incomprensiblemente solo Bergara, especialmente teniendo en cuenta la formación defensiva del Alavés.
Se intentaba reponer el Alavés, pero Guaita impedía a Munir empatar el partido. En la siguiente ocasión un ingenuo Diéguez cometí penalti sobre Molina, que se encargaba de materializar el 2-0 desde los once metros. Inmejorable comienzo de partido para el Getafe, haciendo gala de una efectividad absoluta.
Después de diez minutos frenéticos, el partido comenzaba a orientarse a lo que a priori se esperaba de él. El Alavés buscaba controlar el balón desde el centro del campo, pero sin la claridad necesaria para llegar con peligro a la portería rival. El Getafe se defendía bien, con mucha intensidad. Bordalás, curtido en mil batallas, es experto en eso. Bien lo saben en el Alavés, que se enfrentaba contra su pasado.
Con una buena ocasión de Jorge Molina que Pacheco mandaba a saque de esquina con brillantez acababa la primera parte del duelo. El Alavés estaba obligado a reaccionar rápido si quería sacar un resultado positivo del partido.
De mal en peor
Wakaso y Burgui entraban por Pina y Diéguez. El Alavés volvía a la defensa de cuatro, con el ghanés de lateral izquierdo de emergencia. Mejoraba el Alavés, con algún tibio acercamiento a la portería de Guaita, aunque sin causar verdadero peligro. Los albiazules, que han acabado el partido con más posesión que el Getafe, se han mostrado como un equipo con pocas ideas creativas, demasiado dependiente de individualidades y centros.
Cuando mejor estaba el Alavés llegaba la sentencia. Desplazamiento en largo que Ángel controla con clase. Ni Alexis ni Vigaray pueden detener al delantero, que bate por bajo a Pacheco. Siguen ambos sin encontrar su juego esta temporada.
Bordalás oxigenaba su centro del campo dando entrada al ex-albiazul Sergio Mora por Markel Bergara a media hora para el final del duelo. Seguía llegando muy cómodamente el Getafe, y Ángel volvía a marcar para el cuadro azulón con un sobresaliente disparo desde fuera del área ante la pasividad de Alexis.
Sólo Santos en el 81 conseguí maquillar un marcador que dejaba al Alavés hundido. Tiene mucho que mejorar el Alavés. La próxima semana recibirán en casa al Eibar, rival directo por la permanencia. Tienen tiempo para revertir la situación, pero el resultado y las sensaciones no dejan mucho espacio para la ilusión.
