Fue bonito mientras duró. El barco capitaneado por Abelardo se hundió en San Mamés, y vaya que sí se hundió. No se supo nada del conjunto vitoriano durante gran parte del choque. Así, el Deportivo Alavés firma el peor encuentro desde que está el técnico asturiano en el banquillo. Además gracias al empate conseguido por parte del Deportivo de la Coruña en Villarreal, el Glorioso vuelve a los puestos de descenso. 

Ningún equipo propuso nada durante el inicio del encuentro y el comienzo marcó la tónica de todo el partido. Los primeros minutos fueron de tanteo pero aún así el conjunto bilbaíno consiguió marcar. Un córner botado desde la derecha por Markel Susaeta lo remachaba Xabi Etxeita mandando el balón a la red con una parábola espectacular. Tras este tanto, el Athletic se animó a anotar otro gol y a punto estuvo, ya que Aduriz tuvo una ocasión clarísima que fue respondido con una gran parada de Pacheco. Tras este susto, el Alavés intentó deshacerse de la presión del Athletic pero todo los intentos fueron en vano. La escuadra de Mendizorrotza se mostraba plano, sin apenas presencia ofensiva y con grandes apuros en defensa. En cambio, los cambios del Athletic fueron llegando y Raul García tuvo otra muy buena ocasión con un gran cabezazo tras superar a Martín Aguirregabiria.

Lesión de Burgui

Tras una arrancada a pase de Pedraza, Burgui se lesionó. Notó un pequeño pinchazo en los cuádriceps y no tuvo otro remedio que dejar el campo lesionado. Fue cambiado por Bojan en el minuto 21 del partido. A falta del parte médico oficial del club el extremo albiazul deberá pasar un tiempo alejado de los terrenos de juego. Una importante baja para Abelardo. Se fue afectado el extremeño, ya que hasta entonces no había gozado de oportunidades con los anteriores entrenadores y desde la llegada de Abelardo veía como gozaba de la titularidad.

Manu García llevando el balón ante la presencia de Mikel Rico. Fotografía: LaLiga
Manu García llevando el balón ante la presencia de Mikel Rico. Fotografía: LaLiga

Poco más de sí dio el primer tiempo donde los dos equipos mostraron una imagen muy pobre. El primer tiempo mostraba un partido descafeinado y malo para el espectador. Los dos conjuntos tuvieron muy pocos instrumentos para aunque sea entretener a los 41.000 aficionados que se acercaron al estadio rojiblanco.


Tras el paso de los vestuarios se esperaba una reacción del Glorioso. Aun así, nada fue así y el Alavés siguió sin intenciones de levantar el vuelo. El conjunto dirigido por Ziganda se mostraba cómodo, ya que el rival no se acercó a la portería de Herrerín hasta el minuto 88 por un disparo de Pedraza. 

Polémico penalti


En el minuto 63 llegó el polémico penalti señalado a favor del Athletic Club. Raul García se dejo caer con Rubén Duarte en el área y Pablo González Fuertes picó. Señalo la pena máxima y Aduriz se encargó de rematar la faena. El delantero donostiarra no falló a su cita con el gol y puso tierra de por medio poniendo el 2-0 en el marcador. Había tiempo para empatar, pero era una losa demasiado grande para los muchacos de Abelardo.

Aduriz lanzando el penalti. Fotografía: LaLiga
Aduriz lanzando el penalti. Fotografía: LaLiga

Con el 2-0 y sin ideas, el Alavés naufragó durante casi media hora sobre el césped de San Mamés deseando el final del encuentro. El Athletic manejaba sin ninguna complicación al conjunto vitoriano que veía cómo cerraba un partido horroroso.

La ley del fútbol es clara: para ganar, hay que marcar. Desgraciadamente, el Alavés estuvo muy lejos de ni siquiera meter un gol y perdió de forma justa. Así es muy difícil intentar sacar algo positivo de un escenario como la Catedral. Ahora les toca estar juntos.