Mendizorrotza vuelve a ser clave para el Deportivo Alavés. Los babazorros han logrado contra el Celta una victoria que les permite poner tierra de por medio con los puestos de descenso. Siguen de esta forma una buena dinámica en su feudo, clave para seguir la lucha por la permanencia.

Pedraza y Munir marcaron en la primera mitad para el Alavés, y Aspas recortó distancias para el Celta ya en el tiempo de descuento. Los gallegos tuvieron el balón durante todo el partido, pero no acertaron a  derrumbar la sólida defensa rival. El Alavés volvió a dar una clase de efectividad y solidez defensiva para llevarse la victoria.

Si Manu está sano, Manu es titular. Esta parece ser la máxima de la mayoría de entrenadores del Deportivo Alavés desde que llegó el vitoriano. Después de perderse cuatro partidos por lesión, Abelardo lo volvía a alinear en la sala de máquinas contra un Pina que tampoco pudo estar contra el Barcelona. Sobrino ocupaba la plaza de Guidetti en el ataque. Unzué hacía debutar al eslovaco Mazan en la izquierda, y el canterano Brais formaba en ataque con Aspas y Maxi.

El Celta cogía la manija del partido, con largas circulaciones del balón. El Alavés esperaba su oportunidad presionando al Celta. En una de las primeras recuperaciones para los babazorros llegó el primer premio. Pase largo de Laguardia que peina Munir y que Sobrino remata. El rechace del portero lo caza Pedraza y pone el 1-0 en el cuatro de partido. Inmejorable comienzo de partido para los babazorros. El Celta respondía rápido, pero Aspas no acertaba a mandar a gol un buen pase de Brais.

Llegado el cuarto de hora parecía claro que el guion que se había visto en los primeros minutos iba a ser permanente. Control de balón del Celta, con más del 70% de posesión, y el Alavés haciendo gala de una gran capacidad de presión y verticalidad. Como consecuencia de un robo llegaba una buena ocasión del Alavés, pero Manu mandaba el balón al cuerpo de un defensor.

El Alavés, pese a no tener balón, daba una clase magistral de fútbol directo. Fruto de ello llegaba el segundo tanto babazorro. Le llega el balón a Ibai, que pone un centro que se cruza por delante de la portería del Celta hasta que Munir remata y pone el 2-0 en el marcador. Noveno gol de la temporada del hispano-marroquí, que se acerca a la cifra de quince goles que 'prometió' en su presentación. No se había llegado siquiera a la mitad de la primera parte y el Alavés se veía casi con los tres puntos en el bolsillo. El Celta ponía el juego y la posesión, y el Alavés, la efectividad. 

Después de unos primeros veinte minutos muy intensos, el partido bajaba revoluciones con la llegada del ecuador de la primera mitad. El balón parado era la mejor baza para cambiar el resultado, pero ni unos y otros acertaban a materializar sus tibias ocasiones. Sólo al borde del descanso tuvieron cada uno una buena ocasión. Primero fue de Alexis, pero su disparo dentro del área se marchó alto. En la siguiente jugada respondía Radoja tras una gran asistencia de Brais, pero Pacheco despejaba el esférico. Con una intensa lluvia llegaba el descanso.

Mismo guion

La segunda mitad comenzaba siendo un calco de la primera. Control de balón del Celta, con largas posesiones, y el Alavés defendiendo en su campo a la espera de poder lanzar el contragolpe. Los de Abelardo han demostrado en las últimas semanas su habilidad para aguantar bien en defensa largas posesiones rivales. El Celta no conseguía convertir su alta posesión en juego efectivo.

Unzué movía ficha por partida doble y daba entrada a Sisto por Brais y Jozabed por Mazan. Cambios ofensivos, especialmente el segundo, con el objetivo de concentrar a más hombres arriba para asediar la meta de Pacheco. Eso no evitaba que la siguiente ocasión fuera babazorra, con un estético remate de Alexis tras centro de Ibai. El andaluz volvía al lateral zurdo y lo hacía con nota, sin sufrir en exceso. 

Sisto gozaba en el 64 de la más clara de los suyos, tras un excelente pase filtrado por Iago Aspas. El ex del Midtjylland mandaba el balón fuera por poco. Los cambios parecían hacer efecto, con un Alavés más dubitativo. Poco después el Celta estaba otra vez cerca del gol, pero ninguno de sus remates conseguía batir a Pacheco. Los murmullos eran cada vez más habituales en la grada de Mendizorrotza. Los aficionados reclamaban una reacción a los suyos para evitar sufrir en los minutos finales.

Abelardo también veía lo mismo, y daba entrada a Bojan por Sobrino en el ataque babazorro. El atacante cedido por el Stoke City pasaba en días de estar a punto de salir a volver a vestirse de corto como babazorro. Unzué quemaba su último cartucho y daba entrada al eléctrico Mor por Radoja. Seguía picando piedra el Celta, pero sin llegar a derrumbar la muralla albiazul. Buscando templar las acometidas Abelardo daba entrada a Torres por un sacrificado Munir. Otro gran partido del delantero, que se ha ganado gracias a su esfuerzo y goles a la parroquia de Mendizorrotza. 

El partido, ya en sus últimos minutos, entraba en un ida y vuelta propiciado por el esfuerzo del Celta en acercarse al área rival. Circulaban el balón como si de balonmano se tratase, pero no transformaban el dominio en gol. Con el tercer cambio albiazul, Hernán por Ibai, llegaba el descuento. Entonces el Celta lograba finalmente batir a Pacheco por medio de Iago Aspas. El Alavés aguantaba, y el árbitro pitaba final del partido, que llevaba la consiguiente alegría para los babazorros. 

Tres puntos muy valiosos para los vitorianos, que ven como el descenso queda ya a cinco puntos. Sin cuajar un partido sobresaliente, los de Abelardo volvieron a mostrarse muy efectivos en ataque y seguro en defensa. Saben que ese es el camino para la salvación, y están siguiendo la hoja de ruta a la perfección.