Impresionante. Increíble. Emocionante. Podemos sumar toda serie de apelativos al trabajo incasable que está haciendo el Deportivo Alavés esta campaña para conseguir el objetivo: mantener la categoría. En diciembre era un equipo por el que nadie daba un duro; desahuciado y candidato seguro al descenso. Tan solo dos meses y medio después, se ha colocado no solo por encima del descenso, si no que lo está a siete puntos del antepenúltimo clasificado, que hoy por hoy, es la UD Las Palmas.

La llegada de Abelardo lo cambió todo

Debutó en Liga en la jornada 14 y, en tan solo dos jornadas, acumulaba los mismos puntos que sus antecesores en 13 partidos. Con la llegada del técnico asturiano cambió la perspectiva y la dinámica, adquiriendo un estilo de juego claro: sabiendo a lo que se juega. Desde que el Pitu está en Vitoria, Mendizorroza se ha convertido en un fortín, en el que nadie ha ganado y tan solo el Leganés ha sido capaz de rascar un empate in extremis, tras un polémico arbitraje.

La clave, ¿en Mendizorroza o fuera de casa?

Lo cierto es que el equipo ha dado un vuelco a la clasificación y sobre todo a su imagen. Ya no es el equipo que todos querían recibir por su inoperancia ofensiva y de su debilidad y errores defensivos. El conjunto ha sabido crecer en casa, para poco a poco hacerse "mayor" y duro fuera. En los 23 partidos ligueros, ha conseguido ya 8 victorias; 5 de las cuales han sido en casa y las otras 3 fuera. Esas tres victorias foráneas han sido además en campos realmente complicados, y en los que no gana cualquiera. La primera victoria fuera de casa fue en la jornada 7, en el Ciudad de Valencia, ante el Levante, en la era De Biasi. Campo donde algún gigante como el Real Madrid no fue capaz de sacar más que un empate hace poco más de una semana. Siete partidos más tarde, en la jornada 14, fue capaz de remontar un 2-0 en Montilivi al Girona con el hat-trick de Ibai Gómez en 20 minutos. Lo mismo de lo mismo, grandes equipos como Real Madrid (perdió 2-1) o Atlético de Madrid (2-2) no fueron capaz de ganar en estos estadios.

La tercera y última victoria fuera de casa liguera, ha sido ante uno de los gallitos de la categoría, el Villarreal de Calleja. El submarino amarillo se vio sorprendido el pasado sábado al adelantarse la escuadra babazorra 0-2 y tan solo pudo recortar diferencias con el gol de Carlos Bacca que daba emoción a la parte final del choque.

Estos resultados hacen coger aire al equipo del Pitu ante la final de este próximo sábado ante el Deportivo de la Coruña en Mendizorroza. Importantísima sería la victoria para los albiazules, ante un rival directo y con tres próximas salidas más que complicadas ante Real Madrid, Real Sociedad y Valencia respectivamente. ¿Será capaz el Deportivo Alavés de puntuar en alguno de estos campos?