13 de septiembre y llega, más pronto que nunca, el que es ya el tercer duelo entre Real Madrid y Atlético de Madrid de la temporada. Una rivalidad esta que ha pasado en los últimos meses de ser una lucha desigual a una batalla cerrada como pocas, y que se ha convertido en el clásico por antonomasia del fútbol español ante el pobre rendimiento reciente del FC Barcelona.

Dominio alterno de la capital

En la previa, marcada por los compromisos internacionales que han perjudicado a ambos, pero con más saña en el banco local, no se dejó de escuchar la pregunta de rigor: ¿quién manda en la capital? Unos en Liga, otros en Europa, coincidieron ambos entrenadores, pero la respuesta es complicada. La igualdad es tal entre ambos que cualquier pronóstico es incierto y azaroso, siendo pequeños detalles los que vienen decidiendo el devenir de los enfrentamientos más recientes.

Los merengues son un saco de dudas que nadie esperaba tras la conquista de la ansiada 'Décima'

El Real Madrid, que ejercerá de local, llega con algunas dudas al duelo. Pese a que el telón futbolero apenas se ha terminado de subir, ya suman más desencantos que alegrías los de Carletto. Y es que desde bien pronto, ya en el verano y con el Mundial aún en disputa, saltaron las alarmas y los rumores. Di María, Khedira, James, Kroos... nombres y nombres que agitaron el periodo estival y no dejaron dormir tranquilos a los aficionados merengues, que al final se encontraron con una plantilla corta y descompensada y sin dos símbolos: el citado extremo argentino y Xabi Alonso, tras su repentina partida a tierras bávaras.

Cerrado el mercado, las cosas no han mejorado. La Supercopa era un título menor, pero perderlo ante el vecino dolió, y el comienzo liguero no ha hecho sino agrandar la herida. La bochornosa imagen dada en Anoeta, con una justa derrota por 4-2 a manos de los de Joseba Arrasate, ha generado un amplio debate. Casillas, Sergio Ramos, la posicioón de James, el esquema de Carlo, la planificación deportiva... Todo está en el punto de mira del madridismo, que busca soluciones con urgencia para no perder comba con los puestos cabeceros con apenas tres jornadas disputadas.

Ancelotti busca cambios

Con la calma que la caracteriza, el preparador italiano traza un plan para recuperar la estabilidad. El rival no es el propicio, pero la velocidad con que se desarrolla la Liga no da respiro. En busca de un Di María -parece descartada la opción que se deslizó en algunos medios de que Bale empiece a jugar en el trivote de la medular-, el ingeniero de la 'Décima' necesita reinventar la línea de creación. Son fijos en ella Kroos y Modric, pero falta un acompañante y ni siquiera está claro su perfil. Liberar a Toni supondría confiar, con Khedira lesionado, en el defenestrado Illarramendi. Retrasarle, perder poder defensivo para ganar imaginación, con Isco, o llegada y electricidad, con James. Muchas variantes y pocas ideas claras, al menos por el momento.

Arriba las cosas están claras, con la BBC y la opción de Chicharito para la segunda mitad, pero atrás la baja de Carvajal trastoca mucho la pizarra. Antes del verano, el canterano rotaba con Arbeloa sin que la presencia de uno u otro pareciese excesivamente determinante. Ahora, solo unos cuatro meses después, Álvaro ha quedado relegado a la más profunda de las suplencias. Único recambio natural del recientemente debutante con la selección española, no tiene asegurado un puesto este sábado. Nacho o Ramos, dejando este su hueco en el centro de la zaga a Varane, tienen las mismas o más opciones.

Simeone: plan fijo, sorpresa puntual

Muchísimas menos cuestiones tiene que resolver Simeone. Pese a que, a diferencia de su homólogo en el banquillo blanco, ha tenido que soportar un cambio radical de su plantilla, sigue los esquemas de campañas pasadas a rajatabla. Su once, que no es tal sino que se mueve con unos nueve hombres fijos y dos que disfrazan el partido a su antojo, busca sorprender precisamente con ese dúo que siempre es incógnita hasta minutos antes de que dé comienzo el encuentro.

El bloque es conocido ya de sobra, con Moyá bajo palos y la línea pretoriana que va de Juanfran a Siqueira, pasando por Godín y Miranda. Delante, Gabi con Tiago -el hombre de las grandes citas- escoltan a Koke, apostado en una banda desde la que dirige el juego, y al puro ariete que es Mario Mandzukic. En los puestos libres, incógnita. Griezzman, suplente en la ida de la Supercopa y titular y asistente del 'panzer' croata en la vuelta; tiene pocas opciones. Ganan más enteros los Raúles: García y Jiménez. El navarro, bastión en el juego aéreo, tendrá una sola misión, trabajar. En defensa, para tapar huecos; en ataque, para creárselos a los demás. Y a balón parado, que se echen a temblar los de blanco. Más diferente será la labor de su tocayo mexicano, que vivirá en la zona de los balones llovidos del cielo que amansen el exosasunista y Mandzukic.

El fútbol, deporte de hombres

Algo en lo que no podrá ahorrar un gramo el equipo que quiera llevarse el gato al agua será en intensidad. Esa que en tamaño grado pone siempre el Atleti y que tantas críticas genera en algunos sectores, si bien Ancelotti dejó claro que son infundadas e injustas. "Esto es fútbol, es para hombres", sentenciaba el italiano zanjando cualquier posible debate sobre la supuesta violencia empleada por los rojiblancos.

El encargado de rebajar la tensión en el derbi será el siempre polémico Mateu Lahoz. El valenciano, que no empezó la campaña de la mejor manera posible con un horrible arbitraje en el Málaga - Athletic, tratará de pasar desapercibido en Concha Espina sin influir en el resultado. Parece, a priori, un árbitro adecuado para el estilo que se prevé este sábado en el coliseo merengue.

Posibles onces