El Atlético de Madrid tiene delantera. Fernando Torres, Mario Mandzukic, Raúl García y Antoine Griezmann forman el abanico de cartas con el que cuenta Simeone. Todas ellas son diferentes, se encuentran en buen momento y tienen un factor común: el trabajo. Todos los atacantes están sumando cada día más y la última llegada hace que la competencia aumente y la ilusión sea mayor aún.

El Niño ha sido el último en llegar al Vicente Calderón, pero en su primera oportunidad ha sido titular. Tras siete años fuera en los que el club ha cambiado mucho, ha sido ponerse la rojiblanca y ser uno más del grupo. Ofreció trabajo, calidad y juego aéreo y transmitió ganas a todos sus compañeros. Pese a que tiene que amoldarse y mejorar físicamente, es ya una opción nueva y diferente.

Los 'cuatro tenores', en momentos muy determinados, podrían llegar a jugar juntos

Mandzukic parece imprescindible, pero tendrá que pelear su sitio con uñas y dientes. Y ya lo está haciendo. El croata se ha ganado el puesto a base de entrega y goles y su rendimiento está siendo muy bueno. Además, aporta potencial en las jugadas de estrategia y es un constante estorbo y centro de atención para las defensas rivales. Pero no puede bajar el ritmo.

Otro que se ha hecho con la titularidad es Griezmann. El francés ha mejorado progresivamente y le ha dado a Simeone lo que le pedía: esfuerzo. Cada día ayuda más en tareas defensivas y se encuentra más cómodo arriba. Ha encontrado el gol y está muy rápido y participativo, lo que le convierte en uno de los pilares de un equipo que quiere velocidad, pero también juego al primer toque.

Con los tres delanteros anteriores podría ser suficiente, pero todavía queda otro, seguramente el favorito del Cholo. Raúl García es uno de los ojitos derechos del míster. El navarro lleva tiempo siendo importantísimo, un comodín que casi siempre está sobre el césped. No ha perdido el olfato goleador y trabaja más que nunca. Su solidaridad en todos los ámbitos y su versatilidad hacen de él un referente en el campo para todos sus compañeros.

Entre los cuatro suelen salir dos electos para ser de la partida, pero incluso los cuatro podrían jugar a la vez, ya que tanto Raúl como Antoine están acostumbrados a jugar en una banda y no bajan ni lo más mínimo su nivel. Arriba, Fernando y Mario pueden compenetrarse. Una combinación perfecta para aunar gol y trabajo, aunque enfocada al juego más directo. Y para ello había que quitar o cambiar de lugar a Koke y Arda, algo difícil de ver.

Jiménez, Correa y el pasado, casi olvidados

Las variantes de Simeone se podrían resumir de una manera simplificada, aunque con sentido: tiene un delantero de velocidad y un segundo punta rápido, como serían Torres y Griezmann, y otros dos atacantes más trabajadores, siendo estos Mandzukic y Raúl. Más allá de esto está que se puede optar con un juego de más toque, con el Principito; o de más brega y efectividad, con García. También están las opciones de Raúl Jiménez, que parece perder todo el protagonismo; y de Ángel Correa, que no tiene ficha y quizás no llegue a tenerla esta temporada.

Simeone ha conseguido en el ataque la competencia que quería y sus hombres han hecho olvidar a Diego Costa y David Villa, una pareja excepcional que a principios de temporada todavía era recordada por algunos pero que empieza a ser olvidada. Porque esta delantera permite soñar al Vicente Calderón. Cada día están todos más acoplados, mejoran en su estado físico y entienden el trabajo como único camino para llegar al éxito.

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Sobre el autor
David Romero
De 1995 y de Salamanca. Amante del deporte y de la comunicación. informática.