Vueltas y vueltas. Y más vueltas en el Vicente Calderón. Porque volvía el Atlético de Madrid a su casa y volvía Las Palmas a Primera. Volvía Filipe Luis al leteral izquierdo y volvía Óliver Torres a vestir la rojbilanca. Gabi quería volver a su mejor versión y Juan Carlos Valerón volvía a la división de oro y al Manzanares. Volvían los Guerreros del Cholo y volvía el Cholo.

Y volvió Griezmann. Y volvieron sus goles. A los dos minutos ya probó fortuna. Pero fue a la siguiente, a la segunda, cuando quiso recordar por qué fue el máximo goleador de la pasada campñaña y de la pretemporada. Por qué no se arrugó ante la competencia de Mandzukic y por qué no lo hará ante Jackson Martínez. Volviendo al partido -vueltas y vueltas- el francés tiró de galones. Provocó la falta y él fue quien la metió. Ni el merodeo de Gabi en torno al esférico le hizo agurrarse. El estreno goleador del Atlético debía llevar su firma. Y así sucedió. Se perguntaba Koke si volvería a tirar las faltas con semejante obra de arte del galo y por eso quiso probar fortuna. Cerrando el partido, el de Vallecas estrelló en la madera un buen libre directo. Pero el segundo tanto no iba a aparecer por el Manzanares.

Luces para Griezmann, lupa sobre Jackson y galones para Óliver en la primera mitad

La tercera ocasión para el francés en forma de latigazo supo sacarla Lizoain. Es el líder de la ofensiva colchonera y el Calderón lo sabe. Acechaba la salida del balón y presionaba a los rivales. Eso que aprendió el pasado curso cuando Simeone le exigía más, más y más no se le ha olvidado en el verano. Con cuatro goles en la pretemporada ya lo había recordado. 

Así pues la primera parte fue de luces para Griezmann, la lupa sobre Jackson, los galones para Óliver y el ritmo canarión que los rojiblanos trataban de evitar que dominase el juego. 

Demostrado quedó que los laterales serán los mejores socios para Jackson. Y si se la ponen a la cabeza, mejor que mejor. Antes de la hora de partido el cafetero cedió su sitio a Fernando Torres. Y se cayó el Calderón. Porque El Niño sigue siendo ídolo en el Paseo de los Melancólicos por muchos que lleguen. Así que en el estreno liguero, como tercer delantero, saltó al verde el 9 rojiblanco.Y del maestro, al discípulo. Ángel Correa debutaba oficialmente con el Atlético 252 días después de confirmarse su fichaje por el club. Y dio chispa. Alegró el partido, rompió la monotonía,  activó a los colchoneros. 

Koke quiso repetir obra de arte, pero estrelló su falta en la madera

Simeone probaba las variantes en su juego, pero no lo veía claro. Como en ciertos partidos del pasado año el Atlético ganaba, pero no cerraba el partido. Y el peligro, con el correr de los mintuos, avanzaba. Las Palmas tuvo su primera ocasión clara con un lanzamiento que desvió Oblak al larguero. Y volvió a ser Oblak el verdugo de los amarillos con una parada abajo, ajustadita al palo. Tres saques de esquina seguidos levantaban al Calderón. 

Los  sustos se acompasaban con las ocasiones locales. Córners de los visitantes, remate seguro. Extraño en el Calderón, la defensa no llegaba a sacar los saques de esquina. Filipe no acompañaba como antaño los ataques, aunque cuando lo hizo creó peligro. Probó incluso un lanzamiento que bien podía haber sido el segundo. Pero Lizoain lo evitó.

Y evitó, así movimiento alguno en el marcador. Luminoso final con el 1-0 en el primer partido y los primeros tres puntos se quedaban en casa. Mucho trabajo por delante. Quedan 37 jornadas. Tiempo hay.