Volvió Koke al Atlético y el conjunto de Simeone recuperó parte de su brillo. Aunque esta vez no fue el centrocampista el que iluminó el campo, sino Griezmann, esa estrella que tanto destelló en Anoeta vistiendo la elástica txuri-urdin. El francés firmó un partido superlativo en un partido especial para Diego Pablo Simeone, que igualó a Ricardo Zamora como segundo entrenador con más partidos oficiales en la historia del Atlético de Madrid, 214.

La suplencia de Óliver en detrimento de Koke Resurrección se notó desde el primer minuto

La suplencia de Óliver en detrimento de Koke Resurrección se notó desde el primer minuto, de hecho, el canterano estuvo a punto de inaugurar el marcador con un cabezazo tras pase de Filipe Luis en el minuto 4. La banda izquiera del conjunto colchonero comenzó siendo el frente de ataque favorito para los de Simeone, que aprovecharon la buena química entre el lateral brasileño y el recuperado centrocampista. Además, el inspirado Griezmann también entró mucho en juego desde este flanco de ataque, moviéndose con total libertad en los tres cuartos de cancha.

La vuelta del niño prodigio a Anoeta

Poco tiempo tuvo que pasar para que la indecisa afición donostiarra silenciara los tímidos pitos a Antoine, pues el gol del ex-jugador de la Real Sociedad sentó como un jarro de agua fría a seguidores y futbolistas del conjunto txuri-urdin. La diana llegó con una recuperación en el medio del campo del Atlético, el francés se desprendió de tres rivales por su verticalidad y definió con impasible serenidad ante Rulli, efectuando un globo preciosista que besó a esas redes tan acostumbradas a los míticos goles del joven crack, que evitó manifestar cualquier emoción a la hora de la celebración del tanto y se bastó con un abrazo hacia sus actuales compañeros de equipo.

Las tempranas amonestaciones de los dos centrales del Atlético conllevaron una bajada de líneas del conjunto del Manzanares

Las tempranas amonestaciones de los dos centrales del Atlético conllevaron una bajada de líneas del conjunto del Manzanares, que renunció al balón y mantuvo una formación compacta con tal de evitar situaciones comprometidas en defensa. La real lo intentó por primera vez cerca del minuto 20 con un disparo de falta de Canales que se marchó cercano al palo izquierdo de Oblak. Pese al dominio de balón de los donostiarras, los aficionados locales no pudieron disfrutar de demasiadas ocasiones porque el equipo no enlazaba bien en movimientos ofensivos, y, por otra parte, el conjunto del Cholo se sentía bien sin el balón, posicionado correctamente y con un juego más pausado de lo normal.

La primera mitad se fue desvaneciendo entre ocasiones desde la banda izquierda Atlética y posesiones largas inofensivas de la Real Sociedad. Destacó en el conjunto madrileño, aunque de manera negativa, la participación de Jackson, que estuvo muy lento con el balón en los pies y, debido a su desubicación, cortocircuitó el buen momento de Griezmann, que no encontraba socio. Además, Correa estuvo menos activo de lo habitual, aunque colaboró mucho en labores defensivas. En la Real destacaron Zurutuza y Aguirretxe, los más activos en ataque, e Illarramendi, que estuvo muy sobrio y correcto. El juego se ensució un tanto por las continuas faltas, que llevaron a que se pitara el final de la primera parte con 5 amonestados (Giménez, Godín y Correa; Markel y De la Bella).

Imagen: Atlético de Madrid

Segunda mitad: crepúsculo atlético

Bergara, Illarramendi y Zurutuza dirigían el partido desde la retaguardia de los hombres del ataque donostiarra

La segunda mitad comenzó con más protagonismo para la Real Sociedad, a la que los visitantes entregaron la batuta del juego. Las posesiones rojiblancas comenzaron a ser demasiado efímeras e imprecisas, mientras que Bergara, Illarramendi y Zurutuza dirigían el partido desde la retaguardia de los hombres del ataque donostiarra. La ocasión más clara para los locales vino del propio Jackson Martínez, que estuvo a punto de anotar un autogol en el minuto 60 del partido tras un despeje defectuoso en un corner en contra. Los minutos corrían y la tónica del partido comenzaba a dar la espalda al Atlético, que se empezaba a ver sobrepasado por las ganas del equipo de David Moyes.

Buscando un cambio de ritmo, Simeone dio la orden de movimiento en el banquillo. El primero en ingresar fue el trabajador Ferreira-Carrasco, que sustituyó a Correa. Dos minutos más tarde, Fernando Torres saltó al césped de Anoeta en sustitución del desactivado Jackson. Bruma también entró al partido en detrimento de Sergio Canales.

Tuvieron que pasar 10 minutos para que los cambios surgieran efecto. El dominio absoluto de la Real Sociedad empezó a atenuarse, ganando un poco más de protagonismo el Atlético de Madrid gracias a las incorporaciones veloces de Yannick y a el control de balón y los desmarques de ruptura de Fernando Torres.

Aunque ya en los últimos compases, en los que se vislumbraba un fuerte cansancio en ambos conjuntos, los locales tuvieron dos ocasiones clarísimas consecutivas con un disparo de Carlos Vela que desvió Gabi y una intercepción de Filipe en la línea de gol.

Final trepidante

El partido agonizaba cuando Moyes realizó un doble cambio ofensivo con las incursiones de Jonathas y Rubén Pardo. Además, también se despidió Griezmann, que fue sustituido por Saúl en un cambio con el objetivo de controlar el partido. El Francés escuchó algunos pitos, pero sobre todo, muchos aplausos, que hacen justicia con lo que el delantero ha aportado al equipo vasco.

Diego Reyes y Jonathas fueron expulsados en los últimos dos minutos a causa de fuertes protestas

Cuando parecía que el 0-1 era una sentencia, el encuentro se volvió loco. Diego Reyes y Jonathas fueron expulsados en los últimos dos minutos a causa de unas fuertes protestas tras un posible penalti a Jonathas que el árbitro no pitó y acabó en una contra iniciada por Torres que Yannick culminó anotando el 0-2, definiendo con mucha calma. Trece amonestados, dos goles, tres puntos para el Atlético y, sobre todo, mucho fútbol vivido en Anoeta.

Ferreira-Carrasco celebra el 0-2 | Imagen: Atlético de Madrid