Resulta complicado evaluar la temporada de Matías Kranevitter con el Atlético de Madrid. O su campaña en general, haciendo media entre River Plate (donde estuvo hasta enero) y el club rojiblanco (de enero hasta junio). A nivel colectivo, Kranevitter apenas ha aportado al conjunto entrenado por Diego Pablo Simeone. Y sin embargo, era algo que se podía prever: joven, muy joven, y llegado a mitad de temporada de un campeonato tan diferente al español como es el argentino. Y encima con la vitola de gran fichaje. 

Decepcionante no es el adjetivo adecuado. En seis meses y 325 minutos disputados pocas conclusiones se pueden extraer. ¿Sobresaliente? No. ¿Suspenso? Tampoco. Simplemente no se puede calificar, no hay elementos suficientes para juzgar con exactictud. Ergo cualquier calificación sería tan injusta como erronea. 

No obstante, en esos escasos ocho partidos sí que se vislumbran cosas a su favor y cosas en su contra. No son muchas, pero sí suficientes para divisar a medio y largo plazo la que puede ser su trayectoria en el Atlético de Madrid. 

Acostumbrado a jugar de pivote único, el 4-4-2 no ha ayudado a su adaptación

Lo positivo (que a su vez es negativo): aterrizar en un equipo de Simeone a mitad de temporada te atribuye casi un 100% de posibilidades de fracasar durante dicha campaña. Las pretemporadas son fundamentales, especialmente con el Cholo, y llegar cuando la mayor parte de piezas ya han encajado o están en proceso penaliza una barbaridad. Y eso le ha sucedido a Kranevitter. 

¿Y por qué es positivo? Porque al jugador que deslumbró en River se le vio en temporada de principio a fin, y no desde mitad del baile. Por eso cabe esperar -y hay motivos para ello, porque sus cualidades como futbolista son indudables- que acabará por rendir más tarde o más temprano. Tarea del Cholo es conseguirlo. 

Pero también hay aspectos negativos. El primero: cuando ha jugado, ha mostrado demasiado poco desparpajo para un futbolista de su edad que debe luchar por un puesto. Es cierto que está implícito en su ADN: Kranevitter es un jugador de pase en corto, de no complicarse la vida y de mantenerse posicional. No es que no se atreva: es que Kranevitter es así. Un "5" puro. 

Si quiere triunfar en el Atlético de Madrid, Kranevitter deberá ampliar sus características 

Y he aquí algo negativo: su desmarcación sobre el campo, o aquella a la que más acostumbrado está, no comulga con el sistema empleado de manera habitual por Simeone. El Cholo suele formar con 4-4-2, doble pivote, dos interiores y dos puntas, todo ello con sus correspondientes variantes. Esto presenta un obstáculo para Kranevitter: su posición habitual es la de pívote único, "5" clásico, sin acompañante. Esa posición "no existe" en el Atlético de Madrid: siempre se ven diversas parejas de mediocentros. A saber: Tiago-Gabi, Gabi-Augusto... Por citar las dos más manejadas por el Cholo. 

La incógnita es si Simeone se adaptará a Kranevitter o será el joven argentino quien se adptará al sistema del Cholo. El tiempo, una vez más, dictará sentencia, pero si algo puede demandar Kranevitter es un poco de paciencia: apenas hemos visto al excelente futbolista que deslumbró -a su manera- en el River Plate campeón de la Copa Libertadores.