El técnico argentino está desterrando el carácter ultradefensivo por el que solía apostar en los partidos importantes y ha pasado de querer recibir los menos goles posibles a querer marcarlos. El once contra el PSV Eindhoven en Champions League sorprendió y fue un presagio de lo que se vio ayer frente al Fútbol Club Barcelona. Gaitán, Gameiro y Griezmann salieron de inicio contra el conjunto holandés, sin importar el hostil ambiente que se viviría, los ansias de revancha por la eliminación de la temporada pasada y el hecho de jugar lejos de tu fortín. Todo eso daba igual, Simeone, y el Atlético, querían ir a por el partido y dejar encauzada la eliminatoria desde el principio.

El Atlético ha marcado 10 goles en los tres últimos partidos

La apuesta ofensiva le salió bien al conjunto rojiblanco y, de hecho, repitió contra el Sporting de Gijón en el pasado partido de Liga en el Calderón, pero añadiendo otro hombre más de ataque respecto al partido contra el PSV. Carrasco se sumó al trío anterior y la reacción fue inmediata. El luminoso apenas alcanzaba la primera media hora de juego y el Atlético ya ganaba 3-0 ante el conjunto asturiano, con doblete de Griezmann y golazo de Gameiro. Por si fuera poco, Correa y Fernando Torres salieron en los últimos 20 minutos desde el banquillo para revolucionar el partido, con ganas de aprovechar sus minutos y de ampliar aún más el marcador. Ambos pudieron irse satisfechos a los vestuarios, Correa asistió a Torres en uno de los dos goles que marcó el de Fuenlabrada. Ya estaban todos.

Griezmann celebra su primer gol frente al Sporting | Foto: Daniel Nieto

Las contudentes victorias ante el Celta de Vigo y el Sporting de Gijón confirmaban la recuperación de un Atlético que había empatado en las dos primeras jornadas de Liga frente a Alavés y Leganés (dos recién ascendidos que están haciendo las cosas mejor que bien) y que llegaba con el incentivo de haber ganado en competición europea. Los atléticos volvían a sonreír, por lo que todo señalaba que no había mejor momento que visitar al Barcelona en el Camp Nou.

El optimismo en los alrededores del Manzanares era evidente, pero la cautela y la humildad al viajar a la Ciudad Condal, también. Si el Atleti había marcado nueve goles en los dos últimos partidos de Liga, el Barça había anotado siete en Champions (ante el Celtic de Glasgow) y cinco en Liga (ante el Leganés). La derrota culé frente al Alavés quedaba en el olvido y los de Luis Enrique llegaban lanzados a uno de los encuentros más atractivos de la competición liguera.

Todo parecía indicar que el Atlético saldría con doble pivote en el Camp Nou, formando el habitual 4-4-2 colchonero, pero , de nuevo, el Cholo apostó por Carrasco. La entrada del belga en el once titular significaba un cambio radical en el dibujo táctico colchonero y, por supuesto, en el planteamiento del partido. Un 4-3-3 con Gameiro, Griezmann y Carrasco amenazaba la zaga culé liderada por Mascherano y Piqué, dejando atrás el cliché de equipo ´excesivamente defensivo´ que muchos han querido poner al Atlético en los últimos años cada vez que los colchoneros frenaban, bloqueaban y pasaban por encima de equipos como el Bayern, el Real Madrid o el propio Barça.

El Atlético celebra el gol del empate en el Camp Nou | Foto: Ángel Gutiérrez - ATM

Tan cierto es que el plantemiento de Diego Pablo Simeone era sorprendente y atractivo, como que la primera parte no fue el reflejo de lo que el equipo del Cholo buscaba encontrar sobre el césped del Camp Nou. El trío ofensivo rojiblanco apenas pudo brillar en ataque porque estaba demasiado ocupado realizando tareas defensivas en campo propio, con su equipo demasiado encerrado atrás y sin apenas tener oportunidad de salir a la contra por los inmediatos robos del Barça y su perfecta colocación en cada pérdida de balón.

Correa y Torres, sin ser titulares, ya suman cuatro goles entre los dos

Algo cambió tras el descanso y el Atlético parecía otro. Ahora sí, era el Atlético. El equipo rojiblanco subió las líneas defensivas y empezó a ejercer presión a campo entero a su rival, con la intención de poner las tablas en el marcador tras el gol inicial de Rakitic. Los primeros 20 minutos de la segunda parte fueron otra cosa. Las fuerzas se igualaron y el partido había cambiado. Los del Cholo no iban a dejarse ganar así como así y, en el minuto 60, llegó el gol rojiblanco que empató el encuentro. Fue Ángel Correa el encargado de aprovechar un despiste defensivo del Barça, dejar sentado a Mascherano y poner el 1-1 en el marcador. Torres y Correa salieron en busca del gol del empate y el Cholo volvió a ganar la apuesta, con hasta cuatro delanteros juntos en el campo. En el primer balón que ambos tocaron y se asociaron, llegó el tanto colchonero.

El Atlético de Madrid dio por bueno un empate muy trabajado en uno de los campos más difíciles de España y parece confirmar el cambio de tendencia en el juego del equipo de Simeone. Atacar, cuidando la faceta defensiva, pero siempre atacar e ir a por el partido, sea quien sea el rival a batir. Desde luego, plantilla tiene para ello. Que se prepare el Deportivo.

Correa celebra su gol ante el FC Barcelona | Foto: Ángel Gutiérrez - ATM