El sol empieza a caer y vierte su reflejo sobre las aguas fluidas de la Ribera del Manzanares, que este año luce una exuberante vegetación como a sabiendas de que, probablemente, sea el último que  pueda contemplar por encima de sus puentes una masa incondicional de estruendosas camisetas rojas y blancas. La rayas comienzan a apoderarse, como muchos domingos, del Barrio de Imperial, exprimiendo los ya –casi- 50 años de cimentación que el Vicente Calderón ha visto pasar por sus 54.907 butacas. Esta vez no es domingo, ni sábado, ni siquiera es viernes, pero los portadores de las camisetas cada vez se han acostumbrado más a visitar el Estadio colchonero en jornadas no intempestivas que coinciden, curiosamente, con el segundo y tercer día de la semana.

“¿No te cansas, cariño?”, le dice María a Paco en tono cariñoso al verle de nuevo embutido en su camiseta rojiblanca con un rótulo de Luis Aragonés a la espalda. Paco se mira al espejo y reflexiona unos instantes antes de contestar a su mujer, que le mira con la misma cara que cuando se olvida de bajar la basura: “No lo entiendes María, aquí no existe la opción de cansarse”, contesta sin titubear. Como él, miles de colchoneros se congregarán mañana para darle el primer alirón a su equipo en una competición, que dicen, le debe demasiadas cosas al Atlético de Madrid.

Simeone no ofrece pastas a sus visitas

Con el sonido, cada vez más alejado, de Milán recibirán este miércoles los pupilos de Diego Pablo Simeone al Bayern de Múnich. Las 20:45 ya se ha convertido en un tópico en Pirámides, que en la mayor parte de las veces acaba desembocando en una fiesta rojiblanca;  como si la mayor parte de los allí presentes acabaran olvidando que el día siguiente es quieran, o no quieran, laboral. Desde que Diego Pablo Simeone llegó al banquillo de la institución colchonera ha disputado 17 partidos de la máxima competición continental con las cuatro paredes del Vicente Calderón como testigos, los locales han ganado en 13 ocasiones, han empatado en tres y tan sólo han caído derrotados en una

La derrota la consumaron el pasado curso en la fase de grupos, el Atlético recibía al Benfica y los portugueses asediaban por primera vez desde que el argentino está de capitán del barco, el fortín colchonero. Empezaba ganando los locales gracias a  un tanto de Ángel Correa, sin embargo, por primera vez, la noche no acabó en fiesta.  Gaitán -cosas del balompié- y Guedes conseguían dar la vuelta a la tortilla y llegaban al final de unas redes que pocos conocen, debido a la custodia de Jan Oblak. Aquella derrota no le impidió al Atlético clasificarse como primero de grupo.

Zenit (3-1), Austria de Viena (4-0), Oporto (2-0),  Milan (4-1), Malmoe (5-0), Olympiacos (4-0), Leverkusen (1-0), Astana (4-0), Galatasaray (2-0), Juventus (1-0) , Barcelona (1-0 y 2-0), Bayern de Múnich (1-0) y PSV Eindhoven (0-0), son el reguero de víctimas que ha dejado el Atlético de Madrid bajo las órdenes de Diego Pablo Simeone ante su gente en la UEFA Champions League.

Mirada al futuro

Los números del "Cholo" como local en la Liga de campeones, sin duda, son un aliciente para controlar la acelerada respiración de los hinchas rojiblancos. En frente tendrán al actual campeón de la Bundesliga, al mismo que hace aproximadamente cinco meses probaba en sus propias carnes la presión de una noche de Champions a orillas del Manzanres. Aquel día los de Rummenigge y compañía salían asustados tras un zarpazo de Saúl que golpeaba directamente en el corazón alemán. Mañana miércoles, minutos antes de las nueve menos cuarto de la noche, los acordes del himno de la Champions volverán a llenar todos y cada uno de los huecos del Estadio Vicente Calderón. Los colchoneros mirarán al futuro, hay algo que les debe.