¿Son conscientes del valor que tiene una sonrisa? Sí, ya no hablo de un beso, una caricia, ni tan solo un simple guiño de ojo. Me refiero a esa manía nuestra de arquear los labios y soltar una estruendosa carcajada, soltarla porque sí, sin motivo, sin razón y porque oye, el Atleti acaba de marcar un gol.

50 años contemplando el fluir del río Manzanares, con sus crecidas, sus desbordamientos, sus velocidades, su vegetación, sus colores; pero también sus pocas prisas y sus sequías. Así, año tras año, ha sido cómplice de ilusiones, de sueños, de decepciones, de confesiones, de amores e incluso de algún que otro desamor. Sí, de esos de ¿otra vez al fútbol, cariño?

Desde que Luis Aragonés -no podía ser otro- estrenó por primera vez una de las porterías del que se convertiría en el hogar de los rojiblancos, pasando por la Liga del 72-73, la Intercontinental, la tortilla de Alfonso Cabeza, el famoso gol de Donato que eliminó al Madrid en Copa en la 90/91, la remontada al Barcelona de Cruyff, la victoria ante el Albacete que hacía realidad el doblete rojiblanco, el primer gol de Torres en el Calderón, su despedida y la consiguiente vuelta del hijo pródigo, los 4-0 al Real Madrid, el gol de Saúl que silenció medio mundo, la vuelta de Tiago a pisar el verde tras meses de lesión.... Así cumplió los años el Vicente Calderón con su cimentación intacta e impávido ante los susurros de aquellos que decían que ese sería su último cumpleaños.

Desde VAVEL quisimos buscar los sentimientos y las sonrisas de las que hablábamos de algunos de los rojiblancos que han crecido y han visto crecer a sus hijos entre las paredes del Barrio de Imperial. Así pasó las Bodas de Oro el marido de todos los corazones rojiblancos.