El conjunto rojiblanco visita al equipo que el año pasado le arrebató tres puntos que podrían haber sido cruciales para pelear por el título, el Sporting de Gijón. El Atlético de Madrid cayó en El Molinón por la mínima (2-1), porque los guajes remontaron a la heroica. La situación de los sportinguistas era alarmante, necesitaban sumar si querían luchar por permanecer en Primera División, objetivo que lograron y que, por cierto, también tienen esta temporada.

Poco ha cambiado desde aquel 19 de marzo de la temporada 2015/2016. El Sporting quiere salir de la permanencia, quiere sumar puntos a su casillero a costa de lo que sea, mientras que el Atleti, que ve el título como algo muy lejano, busca asentarse en puestos europeos y acercarse al objetivo real de la tercera plaza. Y, como sucedió entonces, todo pasa por ganar en El Molinón.

El Atlético empezó ganando 0-1 y se marchó perdiendo  2-1

Los guajes llegan de lograr una importante victoria en Butarque frente al Leganés, uno de sus rivales directos por la permanencia, al que han recortado tres puntos, quedándose solo a dos de los pepineros. El Lega, además, juega esta jornada en el Camp Nou, por lo que una victoria asturiana y la derrota de los blanquiazules frente al Barça supondría salir del descenso. La situación es idónea para un equipo que parece haber encontrado su mejor versión desde que Rubi llegó al banquillo y la motivación por ganar no puede ser mayor. Eso solo significa una cosa: Atleti, cuidado. Cualquier advertencia se queda corta para lo que los rojiblancos se van a encontrar en tierras asturianas, la afición apretará a sabiendas de que no son favoritos y teniendo muy presente en el recuerdo lo que sucedió hace, exactamente, once meses.

Antoine Griezmann adelantó a los suyos con un lanzamiento de falta directa milimetrado. El francés superó la barrera y coló el esférico por la escuadra (minuto 29). Aún no había llegado la media hora de partido y el Atlético ya ganaba, sin ofrecer, ni mucho menos, su mejor versión y cometiendo el error de conformarse con una diferencia minúscula ante un rival con necesidades mayúsculas.

El Atleti se durmió, tal vez por el horario del partido (16:00 horas) que tanta polémica trajo después, tal vez porque ya se veían volviendo a Madrid con los tres puntos bajo el brazo. Sin embargo, la afición sportinguista hizo despertar a los suyos en una segunda parte en la que solo parecía que jugaban los locales. Primero Sanabria (minuto 79) y después Carlos Castro (minuto 89) lograron una remontada épica contra el equipo que acabaría llegando a la final de la Copa de Europa. Aquellos tres puntos en casa fueron un punto de inflexión para el Sporting, que logró quedarse en primera, y un toque de atención para el Atlético, que ya no volverá a confiarse jamás en El Molinón.