Tres puntos de oro los que se lleva el Atlético de Madrid del Molinón. Esto es lo primero que hay que destacar ante la importancia del choque que se disputaba durante el mediodía de hoy en el estadio del Real Sporting. Si uno ve el marcador piensa en un triunfo contundente, fácil y sin complicaciones, pero nada más lejos de la realidad. Y es que el encuentro tuvo dos partes totalmente distintas.

El Sporting  ha recordado mucho al Levante de finales de la temporada pasada

En la primera de ellas el equipo local reflejó muy bien lo que es un conjunto de Rubi. Con aires de parentesco al Levante que arrebató las posibilidades de pelear la Liga hasta la última jornada a los pupilos de Diego Pablo Simeone, los jugadores sportinguistas realizaron una presión alta y asfixiante sobre los jugadores atléticos, los cuales salieron de su campo a cuenta gotas en los primeros cuarenta y cinco minutos. El equipo local tuvo la más clara de este periodo con un disparo a la madera por parte de Traoré. El Atleti dio cierta sensación de respiro en los  minutos que van del diez al veinte, con dos ocasiones de Antoine Griezzman y Ángel Correa que acabaron con disparos ajustados a la base del palo. Sin embargo fue un espejismo y los rojiblancos, que hoy vestían de negro por jugar de visitante, bastante tuvieron con frenar las acometidas del Sporting en su intento por adelantarse en el marcador.

Antoine Griezzman realiza un disparo durante la primera mitad. Foto: Atlético de Madrid
Antoine Griezzman realiza un disparo durante la primera mitad | Foto: Atlético de Madrid

Si en la primera parte apenas hubo ocasiones la segunda fue una auténtica locura. Y es que a los catorce segundos de la reanudación Yannick Carrasco adelantaba a los hombres de Diego Pablo Simeone en la jugada más típica de la historia del fútbol. Saque de centro, balón atrás y el medio que recibe la bola busca en largo para que peine el nueve  en favor del jugador que viene de segunda línea, quien aprovechando la inercia de la carrera se basta para ganarle la espalda al central y tener ocasión manifiesta de gol. Y así sucedió. Balón a Gabi que buscó en largo para Torres, quien peinó y Carrasco apareciendo por sorpresa adelantó al Atlético.

El Sporting podría haber acusado un golpe tan duro psicológicamente pero ocurrió todo lo contrario y empató el encuentro a los tres minutos. Increíble pero cierto, había pasado más en un abrir y cerrar de ojos que en toda una parte. A partir de ahí los locales se vieron con fuerza para ir a ganar el partido y murieron con la idea hasta que les duró la gasolina.

Simeone decidió cambiar al 4-4-2 y el Atleti tomó las riendas

El Cholo, viendo el panorama decidió realizar cambios. Y esta vez acertó con la entrada de Saúl y Gameiro primero y de Thomas un poco después. Los jugadores de refresco le dieron al equipo una solidez suficiente para dar un paso adelante en todas sus líneas. Las tornas cambiaron y en el último cuarto de hora fue el Atlético quien parecía más cerca del triunfo que se acabó dando.

El mismo se empezó a fraguar en una magnífica combinación que acabó con un excelente pase de Antoine Griezzman al hueco y finalizó Kevin Gameiro driblando a Cuéllar y anotando con la zurda el gol que les ponía por delante. Era el minuto 80 y el delantero francés necesitó cuatro minutos más para completar  un hat trick que define perfectamente lo que le puede dar a este equipo.

Una defensa adelantada para Gameiro es sinónimo de ocasión de gol. Y a falta de uno han sido dos más los que ha anotado para completar la goleada. Sufrido y quizás algo inmerecido, pero los tres puntos se van para el Calderón y la importancia de los mismos era capital.