"Lo más importante es llegar bien a los 10 últimos partidos de la temporada", decía el mítico Luis Aragonés. Y qué razón tenía. Mientras que otros equipos (véase el claro ejemplo del Sevilla) no aguantan el ritmo de la competición liguera y su andadura por Europa les ha pasado factura, el Atlético de Madrid parece haberse tomado a rajatabla aquella frase del Sabio de Hortaleza.

La evolución de los rojiblancos desde agosto que dio comienzo la competición liguera, con dos empates sucesivos ante dos recién ascendidos, hasta la actualidad es digna de estudio. Probablemente, tras ese decepcionante comienzo nadie habría apostado a que el Atleti estaría clasificado para los cuartos de final de la Champions y muy cerca de su objetivo inicial en la competición liguera, la tercera plaza. De hecho, los rojiblancos pasaron de tener al conjunto hispalense como rival directo, a verse amenazado por Villarreal y Real Sociedad, como consecuencia de los malos resultados obtenidos (empate en San Mamés y en Mendizorroza) y del arreón de estos dos equipos y su ilusión por luchar por un puesto Champions de cara a la temporada que viene.

Sin embargo, el Atleti ha remontado el vuelo en Liga a base de trabajo, de constancia y de compromiso, apoyándose en la competición europea y el buen rendimiento mostrado en ella. Una fase de grupos impoluta, la eliminación del Bayer Leverkusen en octavos y la clasificación para los cuartos de final han supuesto alicientes más que suficientes para que los rojiblancos se vean capaces de todo para lo que resta de temporada, desde arrebatar el tercer puesto al Sevilla, del que hace apenas tres jornadas le separaban siete puntos y ahora solo dos, a recuperar la ilusión y soñar con la tan ansiada Copa de Europa.

FOTO: Daniel Nieto (VAVEL)
FOTO: Daniel Nieto (VAVEL)

Los números no engañan y resulta que el Atlético de Madrid solo ha perdido uno de los 12 últimos partidos de la competición (contra el Barcelona), y ha ganado ocho y empatado tres (Athletic, Alavés y Deportivo). Esto supone que el conjunto comandado por Diego Pablo Simeone ha sumado 27 de los últimos 36 puntos posibles en este 2017 (vía @VictorMolina7), logro del que solo pueden presumir, también Real Madrid y FC Barcelona.

Es un hecho que el Atleti ha conseguido esa regularidad que se echó en falta en la primera parte de la temporada, habiéndose recuperado de los baches, de las críticas e incluso de los que hablaban del final de ciclo y el acabose del `Cholismo´. Esta mejora se materializó el pasado domingo en el Vicente Calderón, escenario que albergó una verdadera final entre dos rivales directos por ese disputado tercer puesto, Sevilla y Atlético. Los rojiblancos no dieron ninguna opción a los andaluces, llegándose a poner 3-0 arriba, aunque en los últimos minutos Correa maquillara el resultado (3-1) con el único gol de los de Sampaoli.

Por fin, el Atlético logró esa ansiada victoria contra uno de los rivales de arriba de la tabla que no acababa de llegar, lo que ha permitido que el optimismo inunde la Ribera del Manzanares, que se vuelva a respirar esa sensación de que el Atleti puede hacer algo grande y que los rojiblancos sonrían sin complejos, como no habían podido hacerlo esta temporada. El nuevo año ha sentado muy bien al conjunto madrileño, tanto que, no es que parezcan un equipo nuevo, es que son el Atleti de siempre, y no hay mejor noticia que esa.