Por LUCÍA DAMIANO 


     

Ambiente festivo el vivido a orillas del Manzanares, una jornada favorecida por el horario del partido, para que los casi 11.000 espectadores que poblaban las gradas, con un elevado porcentaje infantil, disfrutasen del partido. El Calderón, en el que será su último año, fue el encargado de acoger -por segunda vez - un partido de fútbol femenino. Atlético de Madrid y Athletic de Bilbao se vieron las caras en la lucha de un único objetivo: alzarse con el campeonato doméstico.

El partido se inició con una clara intensidad colchonera, las pupilas de Villacampa salieron con ímpetu a por los tres puntos, aunque nada mas iniciarse el encuentro, el dominio del balón se fue incrementando para las jugadoras visitantes. Las ocasiones claras fueron a más para las bilbaínas que, progresivamente, se fueron acercando al primer tanto de la contienda. 

Las de Joseba veían el partido a su favor, pero no estaban contentas porque las ocasiones que tenían cada vez eran menores y las del Manzanares cada vez ocasionaban más oportunidades, el esférico se resistía a las redes al mismo ritmo que se acrecentaba la tensión de las jugadoras ante la falta de gol.

Se llegó al descanso con el marcador a cero imperando en el luminoso, tras las reanudación, tuvo una clarísima ocasión Nekane que no falló y el esférico acabó dentro de la portería rojiblanca, poniendo así el 0-1 a favor del equipo visitante.

Cerca del final llegó el único tanto indio, corrió a cargo de Sonia Bermúdez de penalti. Fue en el minuto 87' cuando la máxima goleadora de la competición ponía desde los once metros un empate con sabor agridulce para unas locales que sumaron un punto y siguen como primeras de la clasificación en la lucha por el título de La Liga Iberdrola. A el Atlético de Madrid le quedan siete finales.