Acababa el partido y más allá de la derrota y los tres puntos cedidos en el Vicente Calderón habían otras dos malas noticias que rondaban al equipo del Manzanares: Yannick Carrasco debía marcharse lesionado por un mal golpe en el hombre en un lance del juego y, para mayor preocupación, sin ni siquiera acabar el partido debía salir en ambulancia del campo para que se le realizasen pruebas cuanto antes mejor.

La otra tenía que ver con el Cholo, pues parece que podría tener esa cuatro partidos de sanción después de que el colegiado del partido, Iglesias Villanueva, recogiese en el acta una acción del partido.

“Una vez finalizado el partido, se dirigió a mi árbitro asistente nº1 apoyando ambas manos sobre sus hombros desde atrás, recriminándole la necesidad de haber añadido más tiempo al partido”, escribió el colegiado gallego, cuya actuación no gustó nada en el Vicente Calderón. Pero una protesta más llegó algo mas tarde, en la última jugada del choque.

Iglesias Villanueva, que había añadido solo tres minutos de tiempo extra a pesar de las reiteradas pérdidas de tiempo del conjunto castellonense, había señalado una falta de Bakambu, que tras el pitido continuó con el balón y lo desplazó varias metros hacia el fondo, lo que provocó el enfado de los jugadores rojiblancos y la amonestación para el congoleño. Cuando Gabi colgó el balón de un pelotazo desde su campo, el árbitro no dejó ni siquiera que esa jugada finalizase, indicando de esta manera tan abrupta el final del partido.

Cuando se dirigía al vestuario, Simeone paró junto al asistente de Iglesias Villanueva para recriminarle esa acción y tras comunicárselo al colegiado, éste lo recogió en el acta, lo que podría suponer una sanción de hasta dos encuentros para el entrenador del Atlético de Madrid, aunque según la Cope, la acción podría ser considerada más grave y ascender hasta los cuatro encuentros de suspensión, por lo que no volvería a sentarse en el banquillo de su equipo en lo que resta para que finalice la temporada.