Era el partido, la situación, el momento ideal para dejar todo claro y que las ‘humaredas’ no se ciernan por el Manzanares este verano.

Acabado el partido, Simeone cogía el micrófono y era el momento de hablar, de expresarse ante tal éxtasis rojiblanco en otro gran año para el club, como todos desde que el técnico argentino llegó a nuestra liga allá por mitad de la temporada 2011/2012.

Se arrancaba, y aunque en mitad debía parar un par de veces por la acumulación de sentimientos y aplausos que retumbaban en el Vicente Calderón,  decía lo siguiente: "Es un orgullo dirigirme a ustedes: jugadores, entrenadores, dirigentes que construyeron un maravilloso momento como este. Agradezco a todos los que han pasado por este campo de juego, futbolistas, entrenadores y dirigentes. Todos los que han construido este club. Para ustedes la palabra sentimiento es muy profunda, los demás equipos pueden tener más dinero, pueden también tener alguna copa más que nosotros, pero nunca van a poder igualar el sentimiento que ustedes tienen por el Atlético. Los periodistas me preguntan continuamente si me voy a quedar. Sí, me voy a quedar. ¿Y saben por qué me voy a quedar acá? Me voy a quedar porque este club tiene futuro y ese futuro somos todos nosotros".

Entre medias, gritos a garganta pelada de “Ole ole ole, Cholo Simeone” que interrumpieron su discurso, y qué decir del momento en el que afirmaba que seguirá en el Atleti el año que viene, un momento que sin más se tiene que ver, no hacen falta más explicaciones.

Todos los colchoneros ya pueden respirar tranquilos, ya pueden sonreír y estar tranquilos de cara a la campaña que viene. Vengan los que vengan y se vayan los que se vayan, el ‘hombre ancla’ sigue, Simeone continúa en busca de acumular aún más si cabe éxitos con la entidad rojiblanca, con la que disputará ya su séptima campaña como entrenador, palabras mayores. Lealtad con mayúsculas