La temporada de Ángel Correa ha ido de más a menos. Empezó muy bien el ariete argentino, metiendo goles, asistiendo a sus compañeros y dando soluciones a Simeone. Correa quería demostrar que es algo más que un suplente de lujo. Y por momentos lo consiguió. Sin embargo, su buen comienzo goleador se fue mermando según avanzó la temporada. 

El delantero argentino ha anotado un total de ocho dianas este curso, cuatro en La Liga y cuatro en la Copa del Rey. Pocos para un ariete; muchos para haber sido el cuarto delantero rojiblanco. Pero por mucho que se diga que el todo delantero vive del gol, Ángel ha dado un paso más hacia su madurez futbolística destapándose como asistente. Han sido un total de 11 los pases de gol que Correa ha servido a sus compañeros.

Pocos goles, pero importantes

Celta, Barcelona, Granada, Guijuelo por partida doble, Las Palmas, Eibar y Athletic fueron las víctimas de Correa durante este curso. Y especialmente importantes fueron dos de esos goles: el anotado ante el Barcelona y el marcado ante el Athletic. Aunque por motivos bien diferentess. Por decisivo el primero. Por histórico el segundo.

Correa fue el autor del único gol del Atlético de Madrid en el primer duelo ante el Barcelona de la temporada, en la jornada cinco, en un enfrentamiento entre dos favoritos al título. Marchándose por velocidad, dejando en el suelo a Mascherano y con un disparo cruzado, Correa anotó uno de sus mejores tantos como rojiblanco para poner el empate final en el Camp Nou. Unas tablas que colocarían, una año más, al Atlético como candidato al título. 

Pero si hay un gol que destaca por encima de todos los marcados por Ángel Correa esta temporada, ese es el anotado en el último partido de Liga en el Vicente Calderón, ante el Athletic Club. Y es que el delantero argentino tuvo el privilegio de ser el autor de último gol del Atlético de Madrid  a orillas del Manzanares en partido oficial. Nadie sabe si Correa se convertirá en una leyenda rojiblanca en el futuro, incluso se especula con su salida; pero lo que es seguro, es que su nombre quedará para siempre en la historia del Club Atlético de Madrid.