El culebrón “Costa” parece llegar a su fin. Tras varios meses en los que las negociaciones entre el triángulo Costa-Chelsea (Conte)-Atleti ha sido muy intensa y complicada, ya que la relación entre los implicados es muy tensa, podría llegar esta semana a buen puerto.

Para comprender este caso hay que remontarse a la temporada pasada. Diego Pablo Simeone pidió la vuelta de Diego Costa y este estaba deseando regresar al que había sido su club y donde fue tan feliz. El propio jugador confesó al vestuario que se iba a ir y se despidió de ellos, pero cuando las negociaciones parecían llegar a su fin un giro de última hora iba a cambiarlo todo. Le esperaba otro año en el Chelsea, en el cual la relación con el nuevo entrenador Conte empezaba torcida (por el deseo de no permanecer en el equipo blue).

El siguiente capítulo de este culebrón llegaría tras la final de la FA CUP 2017. Tras perderla contra el Arsenal, Diego Costa atendió a los medios en zona mixta. Y aquí volvió a remover el pasado, declarando que en caso de salir solo sería al club de su corazón, el Atlético de Madrid. Semanas más tarde, tras vivir su último partido de la temporada con la selección, confesó a los medios de comunicación que Antonio Conte le había comunicado vía SMS que no contaba más con sus servicios.

Desde entonces está en Brasil esperando que se resuelva su futuro. Estos últimos días se ha podido saber la multa que le ha puesto el equipo londinense y las exigencias que piden al hispano-brasileño para sentarse a negociar con el club rojiblanco.

Recientemente, en una entrevista al medio brasileño Globoesporte, el de lagarto confiesa una vez más su plan para el futuro cercano: “Mi destino ya está definido. Debo volver al Atlético de Madrid la próxima temporada”, dijo Costa. Pero también comentó que no iba a ser tarea fácil: “Existe un problema, ya que el Chelsea no quiere liberarme. Pero creo que la situación se resolverá ahora que regreso a España”. Con la pista de que volará a España próximamente y que se sentará a hablar con el Chelsea, la resolución sobre el futuro de Diego Costa no debería alargarse mucho más. Otra vez.