El Atlético de Madrid recibía al Barcelona en casa, se esperaba un gran partido y eso es lo que fue. Los primeros minutos fueron muy locos, con ambos equipos presionando y sin una posesión clara para ninguno. El Barcelona tuvo la primera de la mano de Messi, el de siempre, que dejó atrás a los defensas colchoneros y que no encontró puerta en su disparo. El Atleti contestaba y tuvo dos ocasiones muy claras, una buena conexión entre Griezmann y Correa que remató el primero, y una jugada en solitario del mismo que obligó a sacar un pie magistral a Ter Stegen.

El partido se paró hacia el minuto 7´, en el que el Barcelona comenzó a dominar el partido y a tener el balón. El Atleti renunció al esférico, pero no al ataque, consiguió crear un muro y salir a la contra, haciendo daño al Barcelona. El Atlético de Madrid tuvo ocasiones de perforar la portería rival en esos minutos, hasta que Saúl Ñíguez, en el minuto 20´, controlando magistralmente el balón y haciendo una pared con Carrasco se colocó el esférico en la pierna derecha y conectó un zapatazo en dirección al palo derecho del arco del Barcelona que entraba acariciando las mallas. El Metropolitano estalló y 70.000 gargantas gritando “Atleti, Atleti” celebraron el golazo del ilicitano.

Mateu Lahoz, bastante duro todo el partido, decidió pitar el final de la primera parte sin dejar descuento ya que los últimos 25 minutos de la primera parte transcurrieron sin ningún tipo de  ocasión por parte de ninguno de los dos equipos.

La segunda parte comenzaba con un dominio espectacular de los chicos del Txingurri Valverde, que seguían mimando la `chimbomba´ y manteniéndola en su posesión. El Atlético, por su parte, seguía con su muro defensivo y su fugaz velocidad en ataque para intentar hacer daño al FC Barcelona.No lo consiguió a pesar de su insistencia.

Los de Simeone se encajonaban poco a poco debido al cansancio y el Barcelona insistía con ocasiones cada vez más difíciles de parar para los del Cholo. Aún con todo el equipo azulgrana volcado en el ataque, los rojiblancos consiguieron aguantar y seguir haciendo ocasiones, con la salida de Nico Gaitán y  repeliendo la avalancha del equipo visitante. Valverde sacó al campo a Sergi Roberto y a Deulofeu haciendo una declaración de intenciones. El cambio de Thomas le dio tranquilidad al juego rojiblanco, que venía siendo los últimos minutos bastante impreciso e hiperactivo.

Valverde movió de nuevo el banquillo y sacó a Paulinho, y se fue adelante con todo lo que tenía. Conseguía romper la primera línea del Atlético de Madrid pero no la segunda en la que Godín y Savic paraban continuas embestidas de Messi y Suárez, y centros de Jordi Alba y Deulofeu por las bandas. El Atleti seguía confiando en el contraataque y hacía alguna ocasión con peligro para asustar a un Barça que no quería dejarse puntos en el Metropolitano.

Quedaban diez minutos para el final, cuando el Barcelona hacía uno de su ataques, Sergi Roberto encontró un hueco en la defensa colchonera y puso un centro medido al corazón del área que Luis Suárez remató picando el esférico y que dejó sin posibilidades a Jan Oblak a pesar de haberla tocado. El empate subió al marcador y nada más subir, el Cholo movió ficha, sacó a Fernando Torres para buscar los tres puntos, el de Fuenlabrada cumplía 300 partidos en la Liga Santander  y era la oportunidad de celebrarlo, no pudo ser para El Niño, que no consiguió sacar nada positivo de sus minutos en el campo.

El partido acabó en el 93´con una falta de Griezmann sobre Messi que dejó a los asistentes al Metropolitano con el corazón en la garganta por unos segundos, la falta acabó en las manos de Oblak y con eso terminó el encuentro.

Un partido que, para los atléticos sabe a poco, teniendo en cuenta que los de Simeone aguantaron más de una hora por delante y quedaban solo diez minutos por aguantar, y que sabe a poco también para el FC Barcelona, que hizo unos últimos diez minutos que le pudieron dar la victoria, al final tablas en este clásico del fútbol español. 

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