El Atlético de Madrid se complica, y de que manera, su pase a octavos de final de la Champions League. La pérdida de los dos puntos contados en Baku ante el Qarabag, y el punto rascado de la Roma en Stamford Bridge, deja al Atleti contra las cuerdas. Sin embargo no es más el resultado si no la forma de constatarlo. El equipo rojiblanco en su peor momento.

Entre la amnesia y la necesidad

Primera parte bochornosa, segunda de reacción hasta la ansiedad

El partido en Azerbaiyán deja uno de las peores imágenes del Atleti en la temporada, por supuesto, pero también de la era de Simeone. El cuadro madrileño jugaba una "final" que le acercara a octavos ante un equipo menor. Pero el resultado fue todo un esperpento. El Atleti nunca tuvo sensación de superioridad clara y acabó pagando su nefasto partido.

foto Web Oficial AG
foto Web Oficial AG

Una primera parte para olvidar. Para vetar y prohibir. Carrasco y Gaitán por bandas, Gameiro para liberar a Griezmann entre líneas. Nada de nada. El conjunto se encontraba en una especie de pájara creativa y era incapaz de enlazar ni de trazar alguna especia de plan. El Qarabag se cerraba en línea de cinco atrás y la ayuda de un centro del campo muy disciplinado. El equipo de Simeone pudo superar la barrera en dos ocasiones claras y aisladas, pero dio la impresión de no saber ni cómo.

Los laterales, Vrsaljko y Filipe, reservados. Los jugadores creativos desaparecidos. No solo Gaitán, el más señalado por la voz popular, sino los verdaderos responsables del mando del timón como son  Griezmann y Carrasco. Gameiro desenchufado y el equipo sin alma ni rumbo. Llevado sin intención en un partido en el que el equipo se jugaba tanto. No parecía un equipo de Simeone.

SI lo pareció tras pasar por vestuarios. El Atleti tuvo unos minutos de impulso y de intensidad. Un Atleti reconocido. Pero no duró demasiado. Los cambios tardaron en llegar. Uno de ellos, Correa, pedido a gritos por el mismo partido. Pero el duelo entró en esa fase de miedo por parte del Atlético. De necesidad, de ansiedad y de angustia. Godín acabó como nueve, Saúl como corazón, Giménez como stopper (y no tuvo poco trabajo final). Un caos de desesperación. Un partido, para olvidar.

Punto de Inflexión, otra vez

Como en cada inicio de temporada, el Atleti en crisis y con duda existencial de estilo. Parece un clásico en los últimos años de la era Simeone. Cada temporada, con la llegada del otoño, el equipo se encuentra en una depresión de sentimientos. Una constante que se repite. Llegado a este punto el equipo de plantea el futuro de la temporada. Hace dos campañas fue el dibujo y el posicionamiento, la pasada estuvo en el perfil ofensivo sin resultados acompañantes,  y en este nos invita a reflexionar en el estado en juego y en acierto. Si bien es cierto que el Atleti alcanza su mejor versión en la recta final, el estado alarmante en Champions produce de manera prematura, la duda.

De nuevo en un punto de inflexión. La falta urgente. La sequía de juego y la sequía de goles para sacar adelante partidos, acelera la alarma. Ante el Qarabag quedó más que patente. Un equipo inferior, cuando más se necesitaban los buenos resultados, el equipo no ha respondido. Seguramente en juego y gol sea más complicado encontrar esa reacción temprana. Algo más profundo, más necesitado de trabajo incluso de sensaciones. Pero si se podrá reciclar la actitud de hambre que parece faltar al equipo en este inicio.  Grandes  y pequeños,  todos remando de manera correcta, otra vez.

Foto web Of. Ángel Gutiérrez
Foto web Of. Ángel Gutiérrez
VAVEL Logo