El Atlético de Madrid se encuentra ante una situación que hacía tiempo no vivía: Su continuidad en la Champions League se encuentra bastante comprometida y la reacción debe comenzar este martes cuando comience la segunda vuelta de la fase de grupos. El encuentro parece asequible, ante el Qarabag y en el Metropolitano pero también lo parecía el duelo que se disputó hace dos semanas en tierras azeríes y que concluyó con un frustrante empate a cero. Desde VAVEL queremos analizar al Qarabag de Gurban Gurbanov.

Inicios modestos para un club azotado por la guerra

El Qarabag se fundó en 1951 en la ciudad de Angdam. En tiempos de la Unión Soviética el club militaba en categorías regionales pero tras su disolución en 1991 el nivel del equipo sí era suficiente para militar en la primera división de Azerbaiyán. La región de Nagorno-Karabaj en la que se encuentra la ciudad pertenece a Azerbaiyán pero su población era mayoritariamente armenia. Cuando empezaron a trazarse las nuevas fronteras el gobierno quería que la región perteneciera a Azerbaiyán pero la amplia población armenia quería unirse a su país de origen.

Así, en 1988 en pleno hundimiento de la Unión Soviética se inició un enfrentamiento para ver a qué estado iban a pertenecer. La ciudad quedó reducida a escombros y el Qarabag se vio obligado a mudarse a Bakú y desde abril de 2009 juega en la ciudad fronteriza de Quzanli, si bien los partidos más importantes los siguen disputando en la capital a la espera de que las negociaciones entre nacionalistas azeríes y armenios lleguen a buen puerto. Sin embargo no tiene pinta de que esto vaya a ocurrir porque los deseos de ambas partes son demasiado opuestos y además hay que añadir el componente religioso de que un bando sea cristiano y el otro musulmán. 15 años después la reconstrucción de Angdam continúa parada y parece que así seguirá mucho tiempo más.

Potente capital económico

El Qarabag se ha convertido en uno de los equipos más fuertes de Azerbaiyán gracias a la inversión de la empresa local Azersun que se hizo cargo del club en 2001 cuando estaban pasando por serios problemas económicos. Sus dueños son empresarios turco-azeríes que han inyectado un gran capital económico al club permitiéndole contratar jugadores extranjeros que han elevado el nivel de la plantilla. Desde entonces el Qarabag se ha alzado campeón de Liga en tres ocasiones (2014, 2015 y 2016) y de Copa en cuatro (2006, 2009, 2015 y 2016). Además se ha convertido en el primer equipo de Azerbaiyán que accede a la fase de grupos de la Champions.

Sangre española en el Cáucaso

La potente inversión económica del Qarabag ha quedado marcada por la llegada de jugadores procedentes del extranjero. En la plantilla actual encontramos un nutrido grupo de jugadores locales pero también polacos, brasileños, albaneses, noruegos e incluso dos españoles.

Míchel Madera y Dani Quintana son dos de los jugadores más importantes de este equipo. Llevan ya tres temporadas en el club y se han adaptado a la perfección a lo que les pide el míster Gurban Gurbanov. De hecho Dani Quintana cuajó una magnífica primera temporada en la que marcó 18 goles en 49 partidos y aunque en estos dos últimos años ha bajado su nivel goleador se ha convertido ya en una de las estrellas del equipo e ídolo de la afición. Además hay un tercer español formando parte del equipo, Rubén Sellés, entrenador asistente de Gurban Gurbanov.

Otros jugadores destacados son el noruego Tarik Elyounussi, recién llegado de Olympiacos y el veterano albanés Ansi Agolli, que a sus 35 años disputa su octava temporada en el eje de la zaga de un equipo que está acumulando talento forastero para alcanzar sus objetivos.

Gurbanov, con el Barça como espejo

El técnico del Qarabag ha conseguido convertir a su equipo en un club ganador. Campeón de las tres últimas ediciones de la Premier League azerí oposita a conseguir el cuarto campeonato consecutivo y aunque aún queda para que se cierre el campeonato es líder con un partido menos que sus rivales.

El estilo del equipo es la clave. Gurbanov se mira en el espejo del FC Barcelona y busca un juego asociativo en el que puedan controlar la posesión y consigan imponerse al rival mediante el toque. En la liga doméstica está claro que con jugadores dotados técnicamente son muy superiores a los rivales que no disponen de tantos medios económicos ni de jugadores de tanto nivel, pero lo cierto es que en Champions también hemos visto a un equipo valiente que compite de tú a tú ante equipos que les superan con creces. El Azersun Stadium se ha convertido en un campo muy complicado donde ya han perdido el Copenaghe y el Samtredia georgiano en fase previa, ganó sufriendo la Roma y empataron el Sheriff moldavo en la previa y el Atlético. En definitiva 2 victorias, 2 empates y una sola derrota en su feudo. Aunque fuera de casa aún se recuerda el 6-0 que le endosó el Chelsea en la primera jornada de fase de grupos.