El Atlético de Madrid sigue con la puesta a punto del nuevo estadio. Con motivo de la celebración del derbi frente al Real Madrid, el pasado viernes, el club colocó en las afueras del Metropolitano, frente a la fachada este, el símbolo de la Villa de Madrid que representa a todos los madrileños y, que también lleva el escudo rojiblanco, el Oso y el Madroño.

Una de las con las que cuenta la nueva casa colchonera tiene que ver con los guiños y el simbolismo que rodea a todo el conjunto rojiblanco. La entidad ha querido refrendar su relación con la ciudad a través de esta estatua que estará a disposición de todo el que quiera fotografiarse con ella, todos los aficionados rojiblancos y también todos los madrileños. La estatua se convertirá en uno de los atractivos que rodean el coliseo de los colchoneros.

La escultura está hecha de bronce, cuenta con más de 4 metros de altura y pesa más de 2 toneladas, 2.500 kilos. Si ya tiene simbolismo por sí sola, uno de sus componentes lleva más simbolismo aún. El árbol está compuesto por cinco raíces que reúnen pasado y presente de la historia de los estadios del Atlético de Madrid durante sus más de 100 años. Cada raíz representa un estadio: el primero el Campo del Retiro, a principios del siglo XX (1903-1913), el segundo el Campo de O’Donell (1913-1923), el tercero es el Metropolitano que durante más de 40 años fue el centro de reunión atlético (1923-1966), el cuarto el Estadio del Manzanares – Vicente Calderón, el más laureado de los 5 estadios, estuvo abierto 51 años y cuyas puertas cerraron hace 6 meses con el “partido de las estrellas” (1966 – 2017) y el quinto, el actual Wanda Metropolitano con el que se empieza el futuro del club (2017-).