Un nuevo partido crucial en Champions para el Atlético de Madrid, y otra vez con Kuipers como juez de la disputa. En efecto, el colegiado neerlandés que arbitró el partido que enfrentó al Atlético con la Roma fue el mismo que dirigió la final de la Champions de Lisboa en 2014, la cual se le escapó al Atlético en el último instante. En esta ocasión, los del Cholo lograron imponerse en un emocionante partido, marcado por la pólvora con la que el entrenador cargó la delantera del equipo local.

Un empate le era a la Roma suficiente para lograr su objetivo de pasar a octavos, ya que es segundo de grupo, pero con esta derrota, que supone la primera victoria en Champions de sus contrincantes, queda a expensas de lo que pase en el partido con el Qarabag, donde sólo le vale ganar o bien que el Atleti pierda en Inglaterra

Parecidos razonables, aunque mejor situación la de la Roma

Un Atlético devoto por su salvación esperaba a los italianos para recibirlos por vez primera en su nueva casa. A éstos sólo les valía ganar si querían continuar codeándose con los mejores de Europa en la competición continental más importante de todas, dependiendo además de la actuación del Qarabag ante el Chelsea. Con esta victoria, el conjunto rojiblanco puede prolongar su sueño de permanecer en Champions.

Los entrenados por di Francesco arribaban a la capital en un contexto similar al de los atléticos: también ellos acababan de jugar un derbi, contra la Lazio, que ganaron por dos goles a uno. Además, son cuartos en la Serie A -puesto que ocupa el Atlético, igualado a puntos con el Real Madrid, en LaLiga Santander-  y a tan sólo 5 puntos del Nápoles, líder de la tabla.

Así pues, las situaciones de ambos equipos parecían convivir en una atmósfera similar, pero mientras que la Roma atraviesa un momento estelar, el Atleti se encuentra en horas bajas; nunca antes se había visto tan apurado como ahora a lo largo de la era Simeone. La falta de gol perseguía al Atleti jornada tras jornada, causando una extrema desesperación en la delantera del equipo. Con esta situación a sus espaldas, el equipo optó por hacerse fuerte y unirse para afrontar los vaivenes que se le venían encima: fue así como -con el “nunca dejes de creer” grabado más a fuego que nunca-, los colchoneros lograron resurgir de sus cenizas ante un rival importante y mantener así viva su mínima aunque presente esperanza de encaminarse hacia los octavos de final de la Champions.

Indulgencia para Grizi

La grada del Metropolitano le brindó una segunda oportunidad a su Principito: el fondo sur coreó su nombre y se deshizo en ovaciones con el francés. También Torres y Simeone fueron merecedores del cariño de su hinchada. Está claro que la afición quiere reconciliarse con su estrella y que por supuesto, ha encarnado a la perfección las palabras del Míster: “a mí me ensañaron que a muerte con los que estén en mi familia. Hasta el día que estén, claro”. Pues eso, que por el momento Griezmann es colchonero, y será tratado como tal por su afición hasta que llegue, si se da el caso, el día de su salida del club.

En señal de agradecimiento y motivado por esta avalancha de vítores, Griezmann respondió con un golazo de media chilena que abría el marcador de la emotiva jornada que se vivió en el Metropolitano.

Así comenzó el enfrentamiento

El partido empezaba con un Atlético que tuvo la posesión la segunda franja de la primera mitad, ya que al principio de todo, los rojiblancos anduvieron algo imprecisos en el centro del campo y en defensa. Poco después del pitido inicial, Manolas fue amonestado con amarilla por una entrada sobre Griezmann.

El Atlético consiguió crear varias ocasiones: primero, Torres no llegó por poco a un buen centro de Lucas Hernández. Tampoco lograron encajar entre los palos de la portería de Alisson las ocasiones de Koke y Carrasco; por su parte, Griezmann disparó en dos ocasiones. En los instantes finales de estos primeros 45 minutos, Augusto metió un gol que fue anulado por Kuipers en el acto por una mano del argentino previa a la entrada del cuero en la meta. 

Las ocasiones del conjunto italiano llegaban sobre todo por la banda de Thomas: el ghanés estaba en permanente tensión con Perotti en franja diestra del terreno de juego. También Kolarov fue un incordio para Partey.

Ciao a la falta de gol en la segunda mitad

La parte que completaría el encuentro fue sin lugar a dudas la más emocionante. Comenzó con un Carrasco frustrado, que no lograba cuajar sus ocasiones y que acabó siendo sustituido por Gameiro en el minuto 67. Además, Simeone decidió retirar a Koke por Gabi y metió caña en la delantera cambiando a Augusto por Correa. Y así, la estrategia ofensiva del Atlético se vio muy positivamente enriquecida.

De vez en cuando, los italianos lograban personarse en el área de Oblak: cada vez que esto sucedía, se generaba bastante peligro, pero la defensa del Atleti estuvo atenta y le ahorró mucho trabajo al guardameta esloveno. En una de estas maniobras para evitar el avance de los italianos, Filipe vio la amarilla por una entrada a Perotti. También fue amonestado Peres por una falta sobre Griezmann. Fue a estas alturas del partido cuando la Roma tuvo su ocasión más clara, con un balón que Nainggolan estrelló en el palo. Torres la volvió a tener y entró Strootman al campo para suplir a Pellegrini

Y por fin, en el minuto 69, Griezmann dejaba boquiabierto al Metropolitano con un gol de tijera que abría el marcador. Después de las penurias por las que ha pasado el “gallito” del Atleti, Antoine volvía a sonreír. La Roma trató entonces de espabilar el partido, a lo que se encontró con los rugidos de un eufórico Atlético. Justo después del gol, Torres tuvo otra ocasión que volvió a errar. Aquí llegó Gameiro, y poco después, entraron Defrel y El Shaarawy.

La expulsión de Peres en el 83 le ponía las cosas muy complicadas a la Roma de Monchi, que se quedaba con diez sobre el terreno de juego y un gol de desventaja. Ante esta debilidad, la escuadra madrileña se creció, lo cual se tradujo en un gol de Gameiro tres minutos después de que Peres abandonase el verde. Este panorama sentenciaba ya definitivamente el partido, que contó con tres minutos de tiempo añadido: Kuipers  ponía punto y final a la primera victoria europea del Atlético en casa.

Mientras otros duermen, ellos soñarán

Aunque la situación de la zaga continúa siendo peliaguda, este partido no es una victoria más: la actitud y el carácter demostrados por el equipo en este partido son claves para triunfar en esta temporada, y definitivamente, esta será la línea a seguir. Las opciones de seguir en Champions pasan por ganar al Chelsea en Stamford Bridge; además, la Roma deberá empatar o perder contra el Qarabag. Los jugadores rojiblancos han terminado en este agujero ellos solitos, pero todavía les queda un haz de luz al final del túnel… El Atleti es bien conocido como el equipo que nunca deja de soñar, y es ahora cuando más puede hacerlo. ¿Y si…?