Partido de Champions frente a la Roma vital si los del Cholo querían tener alguna opción de poder clasificarse para octavos de final de la Champions. Los chicos del Cholo cumplieron con su parte e hicieron un gran partido en todos los sentidos.

Thomas de lateral, ‘Partey’ para la Roma

Cholo Simeone decidió probar a Thomas en el lateral derecho ya que tanto Juanfran como Vrsaljko estaban lesionados. El mediocentro ghanés no hizo su mejor partido y no estuvo cómodo subiendo y bajando la banda, prefería irse hacia el centro y dejar que Koke supliera de vez en cuando su labor como lateral.

Ponga usted un Giménez en su vida

José María Giménez estuvo estelar todo el partido, la defensa del equipo rojiblanco hizo aguas, quizá por la necesidad de gol, y ayudó que la delantera romana no estuviera del todo acertada. Pero ahí estaba el uruguayo, dejándose todo, otra vez, en el campo y por el equipo. Cubrió las malas decisiones defensivas de Thomas. Cubría cuando a Lucas se le escapaba algo, y a Filipe cuando no le daba la vida para bajar. Estuvo en todas partes y tiró de una patada la puerta de la titularidad.

Don Fernando José, le faltó el gol

El de Fuenlabrada hizo el mejor partido de la temporada, aunque no ha jugado mucho hizo un partido que dejó a todos los atléticos pensando que la delantera de este equipo debe ser Griezmann-Torres. ‘El Niño’ subió, bajó, volvió a subir y por el camino dejó varias pinceladas de ese Torres que dejó su casa para volar a las frías islas britanas. En el gol de Griezmann nos dejó una de estas pinceladas viendo y ejecutando un pase a Correa, que finalmente asistiría al francés, a modo de vaselina por encima de la defensa de la Roma.

Volvió Grizigol

El francés se reconcilió con el gol y de qué manera, un golazo de tijereta, que no chilena, pero un golazo, una gran jugada que llevó el balón a los pies de Torres que por encima de la defensa llegaba a Correa que por el suelo elevó el balón y Griezmann después de un movimiento de puro delantero quedándose detrás de los defensas se elevó y remató la pelota con una preciosa tijereta que dejó al Wanda Metropolitano boquiabierto.