Quien diga que la victoria del Atlético de Madrid frente al Getafe ha sido fácil, miente como un auténtico bellaco. Los pupilos de Cholo se sobrepusieron a una actuación arbitral muy criticada por la afición rojiblanca por la expulsión de Diego Costa y fueron capaces de amarrar la victoria en el Metropolitano gracias a los fantásticos goles marcados por Ángel Correa y Diego Costa, quienes, junto a sus compañeros, dieron toda una lección de intensidad y compromiso.

En menos de quince minutos, Diego Costa y Antoine Griezmann avisaron con notable vehemencia que estaban muy vivos y que tenían muchas ganas de demostrar que son una de las parejas más temidas y goleadoras de todo el continente. Sin embargo, ambos remates se marcharon a escasos centímetros de la portería defendida por Damián Martínez. También avisó en el primer intercambio de golpes el conjunto azulón por medio de Ángel Rodríguez y Jorge Molina, la dupla getafeña, pero Jan Oblak intervino con total seguridad para atrapar los dos disparos realizados con muy poca fuerza. Fueron momentos tranquilos, de examen por ambas partes, sin aún demasiada tensión.

Conexión franco-argentina impecable

Cansado de tanto advertir, Antoine Griezmann decidió robar un fantástico balón en tres cuartos de campo para que, en un par de toques seguido de un regate endiablado, enviase entre líneas un pase sobresaliente a Ángel Correa y que éste, con una sangre fría digna de los mejores arietes del campeonato y el exterior de su bota, batiese a su compatriota argentino para hacer el primer gol del partido y estallar un tremendo grito en un Estadio Metropolitano que llenó tres cuartos de su entrada a pesar de las temperaturas rozando los cero grados y una fuerte tromba de agua. Pero esta afición todo lo puede, y Angelito les devolvió el favor.

A partir de la diana en cuestión, comenzaron los nervios en el equipo del sur de la capital y José Luis Munuera Montero no actuó, a juicio de bando local, de la mejor manera para parar tales acciones. Cada falta, por muy leve que fuese, se saldó con una cartulina amarilla, siendo el Atlético de Madrid el principal perjudicado al entrar en el juego. En consecuencia, Sime Vrsaljko, Lucas Hernández, Gabi y Antoine Griezmann fueron amonestados en la parte rojiblanca, y Francisco Portillo junto a Juan Cala en la azulona. Los nervios estaban a flor de piel y podían sentirse en el rectángulo de juego. Prueba de ello fueron las tanganas originadas junto antes de que el colegiado andaluz, pitado y abucheado por todo el feudo, señalase el entretiempo tras una primera mitad con más riñas que ocasiones.

Éxtasis del Cholo y el Mono Burgos | Atlético de Madrid
Éxtasis del Cholo y el Mono Burgos | Atlético de Madrid

Ambos entrenadores apostaron por la tranquilidad en la reanudación de la batalla y el ritmo de juego bajó considerablemente y más en comparación con la mitad anterior. Los colchoneros quisieron seguir teniendo en control de la posesión debido a que el Getafe continuó con su labor de presión alta y continua y elaboración de contraataques, pero no fue la mejor opción para llegar al campo rival ya que éstos juntaron las líneas en exceso hasta tal situación que se vieron cómodos contando con menos de un treinta por ciento de la posesión.

Vuelve como solo él sabe

Algo tenía que cambiar, pero el Cholo no sabía qué hacer. Metió a Thomas en lugar de Carrasco desplazando así a Koke a la banda izquierda. Hubo por consiguiente más profundidad en los pases en largo y de ello se aprovechó el Atlético de Madrid a través de Sime Vrsaljko, que cabalgó por la banda derecha para enviarle un tremendo balón a Diego Costa que quiso reaparecer mediante un sutil toque más que suficiente para enviar el cuero a las redes rivales. Se trató del segundo gol rojiblanco pasado el ecuador de la primera mitad y todo apuntó a que se avecinaría tranquilidad, pero no.

El goleador hispano-brasileño celebró el gol con la grada, que además se encontraba en ebullición tanto por el gol como por los sucesos que se dieron antes en la contienda. Ante esto el colegiado interpretó, adecuandose al reglamento, que debía sancionar el acto con la segunda amarilla para el de Lagarto por poner en peligro de avalancha a los aficionados. Un suceso que provocó aún más la ira del Metropolitano, que no entendía la decisión tomada.

Pese a ello, Diego Pablo Simeone jugó muy bien sus cartas. Sacó a José María Giménez y quitó a Ángel Correa. El uruguayo quedó emparejado con Gabi en la sala de máquinas creando de este modo una doble línea ultradefensiva para mantener el resultado. Y así fue. No hubo ninguna oportunidad considerable de reseñar en ningún equipo, solamente una falta de Antoine Griezmann que arrancó el "uy" en la grada y el ingreso de Fernando Torres y no de Vitolo, que deberá esperar posiblemente a Eibar para hacer su debut en LaLiga.

De esta manera, el Atlético de Madrid defendió con uñas y dientes los tres primeros puntos de 2018, dejándose la piel por el escudo y metiendo mucha presión a Valencia y FC Barcelona, pues los pupilos del técnico argentino ya son segundos en solitario a seis puntos del conjunto de Ernesto Valverde, más que obligado a ganar el día de mañana al Levante para que no se apriete aún más el trono.

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Sobre el autor
Adrián Lázaro Díaz
Periodista de mucha altura. Me refiero a mis ciento noventa y tres centímetros, la calidad es cuestionable. Creando líneas y más líneas para VAVEL cubriendo al Atlético de Madrid y la Premier League.