Nada se puede dar por sentado jamás en el mundo del fútbol. En el partido de ida de los cuartos de final de la Copa del Rey, el Sevilla, dirigido por Vincenzo Montella dio la gran sorpresa al vencer al Atlético de Madrid en el Metropolitano. El cuadro andaluz empezó su buen momento frente al cuadro de Diego Pablo Simeone al ser letal y aprovecharse de dos fallos claros de la defensa. Además, por su parte, el Sevilla dio el pistoletazo de salida para una mala semana por parte del conjunto de la capital de España, ya que empató en su compromiso en el Campeonato Nacional de Liga, frente al Girona. El cuadro rojiblanco ha cosechado un par de tropiezos en sus últimos encuentros pero, no va a rendirse, y va a salir a darlo todo en el terreno de juego del Sánchez Pizjuan, uno de los más complicados de España.

Un sistema que empieza a cuajar

Montella, como buen entrenador, tiene su sistema y su once tipo. Un 4-2-3-1, en el que los centrocampistas son cinco y son los absolutos protagonistas del once del Sevilla. Dos jugadores en la llamada 'sala de máquinas' protegiendo a la defensa y cubriendo a los tres más creativos (los dos extremos y el mediapunta) que están justo por delante de los mediocentros defensivos; dejando a un solo delantero en la punta de ataque, siendo la principal opción del equipo sevillista, que parece que le está dando frutos esta estrategia.

Este nuevo sistema de juego, que ha traído el ex-entrenador del Milán, ha costado en entrar dentro del conjunto hispalense, pero cuando se ha integrado, lo ha hecho de manera perfecta. El triunfo ante el Atlético en la Copa del Rey, y la goleada ante el Espanyol en LaLiga Santander, son las dos victorias consecutivas que ha conseguido el nuevo Sevilla de Montella, satisfecho por cómo van las cosas en estos momentos.

El aura del Sánchez Pizjuan

Por otro lado, además de la ventaja en la eliminatoria, el Sevilla cuenta con un elemento en este partido con el que el Atlético de Madrid no. El ambiente de su estadio. El Ramón Sánchez Pizjuan es conocido por convertirse en una olla a presión cada vez que su equipo juega un partido importante, y la vuelta de la Copa del Rey no será una excepción. La afición sevillista es una de las más ruidosas y harán todo lo que puedan para convertir la visita de uno de los mejores equipos del mundo en un auténtico infierno.

El Atlético se la juega en el que quizás sea el peor estadio para remontar al Sevilla el resultado adverso que cosecharon en el partido de ida. Los guerreros de Simeone son conscientes de que tienen que luchar minuto a minuto para marcar, al menos dos goles, para poder entrar en las semifinales de la Copa del Rey, último paso para entrar en la final del torneo del K.O, uno de los torneos más importantes y más complicados del mundo, en el que todos son iguales y no hay diferencias.