Eran las siete de la tarde en el Metropolitano cuando el balón comenzó a rodar. Un horario poco habitual para la hinchada rojiblanca que se había acostumbrado a recibir a sus rivales europeos a las nueve menos cuarto.

El partido ante el Copenhague era un trámite debido al buen resultado cosechado en la ida por los hombres de Simeone. La afición esperaba un encuentro con los mismos goles o más que en Copenhague, pero no fue así, sólo uno un gol, y lo firmó el hombre que ha tenido su mejor semana goleadora en el Atlético de Madrid.

Kevin Gameiro volvió a marcar por tercera vez consecutiva en siete días. Copenhague, Athletic Club de Bilbao y otra vez Copenhague han sido sus victimas en esta semana. El delantero francés está con confianza y eso se nota en su actitud, su atrevimiento y su compromiso.

En el día de hoy Gameiro ha sido el mejor hombre sobre el terreno de juego en un partido sin demasiadas emociones. A pesar de haber sido sustituido a treinta minutos del final, su aportación ha sido la más destacada del conjunto rojiblanco. Era la referencia en ataque en la delantera que formaba junto a Fernando Torres. Estaba presente en casi todas las jugadas dentro del área y busca el balón con desmarques de todo tipo para lograr el premio del gol.

Al terminar el partido él mismo se sorprendía del potente disparo desde la frontal que terminó siendo el único tanto del encuentro. Un gol poco habitual en el francés por la posición y por haber sido con la pierna izquierda, su pierna mal.

El trabajo de Gameiro está recibiendo sus frutos en este momento tan importante de la temporada y el equipo sabe que es una pieza clave para conseguir los objetivos. La llegada de Diego Costa, lejos de perjudicarle, le ha servido para quitarse presión de encima y jugar más libre de cometarios y críticas, volviendo a ser el jugador un jugador determinante.