El Atlético de Madrid logró el pase a la siguiente ronda de la UEFA Europa League tras derrotar al Copenague danés por 1-0 en el Metropolitano. Los chicos del Cholo Simeone venían con una cómoda ventaja de 1-4 tras la disputa del encuentro de ida, lo que permitió al técnico argentino hacer algunas probaturas con jugadores menos habituales.

Saltó el cuadro colchonero al césped con un reconocible 4-4-2 en el que era noticia la vuelta de Oblak a la titularidad tras no haber estado disponible para el partido de ida y sobre todo la presencia de Sergi en el lateral zurdo. El canterano tuvo la oportunidad de debutar en Europa, a diferencia de Antonio Montoro que se sentó en el banquillo y no llegó a disputar ni un minuto.

En ambos laterales los titulares descansaron, Filipe y Lucas se quedaron fuera de la convocatoria y Vrsaljko aguardó en el banquillo en detrimento de Juanfran. Menos rotaciones hubo en el mediocampo. Koke y Gabi conformaron el doble pivote y Correa y Vitolo les cubrieron por las bandas. Arriba, con Diego Costa nuevamente fuera de la lista y con Griezmann en el banquillo la titularidad fue para Kevin Gameiro y para un Fernando Torres que se encuentra en el ojo del huracán desde hace semanas por los rumores sobre su mala relación con el Cholo y ahora con los cantos de sirena que le llegan desde China.

Precisamente a China parece que se va a marchar Yannick Carrasco. La marcha del belga deja un hueco en la banda izquierda del Atlético y parece que Nico Gaitán está dispuesto a llenar ese hueco. Pero vayamos por partes, el Atlético comenzó el partido tranquilo, sabiendo que la iniciativa la tenía que llevar el Copenague y que tendrían ocasiones a la contra. Y ni diez minutos tardó Gameiro en aprovechar la pasividad defensiva de los daneses para sacarse un tremendo zurdazo desde la frontal para poner por delante a su equipo y sentenciar la eliminatoria.

A partir de aquí el Atlético se dedicó a jugar con parsimonia, dando la pelota a un inofensivo Copenague y viendo cómo su rival había tirado ya la toalla el interés del duelo se centró en el desempeño de Sergi y en cómo salía Correa del atolladero en el que le había metido involuntariamente Carrasco. Porque la ausencia de última hora del belga obligó al Cholo a colocar sobre el césped al argentino. Evidentemente Correa no es Carrasco y esto también influyó en el devenir del partido. La electricidad del argentino parecía despertar por momentos a un Atlético que sabía que el trabajo estaba hecho y con el paso de los minutos hasta él se fue apagando.

Ya en la segunda parte el Cholo dio entrada a Saúl por Koke, a buen seguro tratando de no cargar de minutos a ninguno de los dos de cara a la importante visita del domingo al Sánchez Pizjuán. Y pensando en el partido ante el Sevilla Simeone también quiso dar los primeros minutos de regreso a Gaitán. El argentino entró sustituyendo a Correa y se quedó pegado a la banda izquierda cuajando una buena media hora de fútbol, algo reseñable teniendo en cuenta que no jugaba desde noviembre. Entre sus "hightlights" hay que destacar una gran conducción que culminó con un pase para Gameiro que se quedó solo ante el meta Andersen.

Por último el argentino dio entrada a veinte minutos del final a Thomas con la intención de meter más músculo al mediocampo y volver a dormir a un Copenague que quería llevarse al menos un gol a casa. El cambio por Gameiro varió la disposición táctica a un 4-5-1 con Torres como único punta cuerpeando para que peleara los balones con los zagueros rivales.

El Atlético se permitió rotar y hacer pruebas ante el Copenague pero una vez concluida la eliminatoria de Europa League llega el momento de poner toda la carne en el asador. El verdugo colchonero en Copa, el Sevilla, espera este domingo en el Pizjuán y con este partido se inicia una montaña rusa que será clave para el devenir del equipo en Liga con visitas al Camp Nou, al Estadio de la Cerámica y al Bernabeu.

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