El Sevilla ha pasado, en solo mes y medio, de estar en la incertidumbre y de la mayor de las decepciones a soñar en Champions y colarse en la final de Copa. Actualmente, el Sevilla FC ocupa la quinta plaza de la clasificación de La Liga Santander con un total de 39 puntos. Se sitúa en puestos de Europa League, a solo cinco puntos del Real Madrid y, por tanto, de los puestos Champions. Todos estos buenos aspectos tienen un nombre propio Vincenzo Montella. Con su llegada, el cuadro hispalense ha recuperado la esencia del Sevilla “juega finales” en su juego.

Ya en su presentación dejo ver que iba a exigir, y mucho, a sus futbolistas. Gracias a esa exigencia ha conseguido tutear a todo un Manchester United y ha eliminado al Atlético de Madrid, con un global de 5-2, en Copa.

Efecto Montella

El italiano ha revivido a un equipo que parecía muerto armándolo en torno a la figura de N´Zonzi, que le proporciona equilibrio táctico en la medular, y con un referente arriba que le da gol, olvidado en la primera vuelta, como Luis Muriel. Sus comienzos como entrenador sevillista no fueron fáciles. El equipo no se adaptaba a su estilo de juego con la rapidez que el entrenador italiano deseaba.

Montella ha implantado un 4-2-3-1 en el que el medio campo tiene el protagonismo absoluto. Así, tiene un modelo de juego mucho más vertical y apuesta por los ataques rápidos frente a la posesión que venía utilizando con Berizzo. Gracias a la nueva estrategia muchos son los futbolistas que han vuelto de su letargo. Un ejemplo es Luis Muriel que ahora explota más su potencia y velocidad al espacio. Otro es Correa que se muestra mucho más desequilibrante. La explosión de Banega, el descubrimiento de Jesús Navas como lateral derecho o la labor de bisagra de Franco Vázquez son otros efectos de la resurrección de este Sevilla.

Esto es lo que ha sufrido, por dos veces, esta temporada el Atlético de Madrid y al que no ha podido superar. La tarea pendiente de Simeone es eso, ¿cómo parar a Montella? Como ya se ha mencionado, la visión de juego del equipo del Pizjuán pasa por el centro del campo y salir al ataque lo más rápido posible.

Por eso, la estrategia para pararles corre a cargo de la defensa atlética, la mejor de Europa en estos momentos, y por los centrocampistas. Si empiezan a crear en el mediocampo, los Gabi, Saúl y Koke tienen la obligación de cortárselas. En el caso de llegar al área de Oblak, los Giménez, Godín etc deben despejarlas. Por otro lado, las bandas también son una de las bazas del Sevilla. Ya en Copa, algunos de los goles vinieron por esa zona del terreno de juego.