El Betis se jugaba el primer partido de la Dresden Cup en tierras alemanas ante el Werden Bremen. Por fin llegaba la primera prueba de nivel para los verdiblancos en esta pretemporada y Poyet alineó un equipo lleno de jóvenes y canteranos con la idea de comprobar su madurez sobre el terreno de juego.

El partido comenzó trabado y con poco fútbol, tónica que continuaría hasta el descanso. La solidez de las defensas y las pocas ganas de los atacantes hicieron de la primera parte un periodo aburrido en el que solo se jugó en el centro del campo. Únicamente se puede contabilizar una ocasión para Fabián en el minuto 11, tras rematar un córner.

Aunque siempre hay alguien que aporta "otra cosa" al partido. Y quién sino Charly Musonda. El belga mostraba una marcha superior al resto y cada vez que arrancaba con el balón dejaba atras a algún contrario. Eso sí, el resultado siempre era el mismo. Musonda terminaba derribado o agarrado por los jugadores rivales, que no se lo pensaban dos veces a la hora cometer falta.

Todo cambió en el segundo tiempo. Los jugadores béticos salieron algo dormidos y dejaron a los alemanes llevar el peso del partido, si bien es verdad que estos no crearon mucho juego ofensivo. Tan solo Pizarro llevó el peligro a la portería de Dani Giménez rematando un balón por encima del larguero.

Debut de Sanabria

Muchos béticos esperaban ansiosos la aparición en el partido de su fichaje estrella esta temporada y esta no tardó en producirse. Fue en el minuto 48, con la lesión de Alex Alegría, cuando Poyet optó por meter al punta paraguayo. Sanabria no participó mucho en el juego, aunque si tuvo una clara ocasión en la que desaprovechó un mano a mano ante Wiedwald.

Y es que, a priori, este debut se antojaba como lo más interesante del partido. Hasta que Nahuel, en más que probable fuera de juego, batió al guardameta alemán con bastante facilidad para poner el 0-1 en el marcador.

Poco más nos dejaba un partido en el que el Werder Bremen acabaría dominando sin llegar a crear peligro sobre la portería bética. Y pocas son las conclusiones que se pueden sacar al respecto. Lo que está claro es que al Betis le queda mucho por madurar. A pesar de esto, los números están ahí y ya es la quinta victoria de los de Poyet.