El Real Betis continúa con su pretemporada y esta vez, tras disputar la Dresden Cup en Alemania, lo hará más cerca de casa. Los de Heliópolis jugarán en Algarve contra el Sporting de Lisboa por tercera vez en la historia de ambos clubes. Algunos datos, como el precio de las entradas, ya son conocidos: éstas rondarán entre los 10 y los 20 euros. Pero si echamos la vista atrás, vemos también otros datos curiosos sobre los dos precedentes hasta la fecha que se han dado entre lisboetas y béticos que quizás no conozcas, o que te gustará recordar.

3 de Agosto de 2002. Primer enfrentamiento Sporting - Betis

Era verano y de nuevo pretemporada cuando el Betis del que por entonces fuera entrenador verdiblanco, Víctor Fernández, acudiera al humilde estadio José Vieira de Carvalho, con una capacidad de apenas cinco mil espectadores. 

Sólo queda Joaquín de aquel Betis que posteriormente finalizaría la temporada en octavo lugar, cuatro puntos por encima del Sevilla y a tan sólo dos puntos de entrar en puestos europeos. 

Los verdiblancos saltaron al verde con su once de gala, con Prats en portería; línea de cuatro atrás con Varela, Juanito, Rivas y Luis Fernández; en la medular Ito, Marcos Assunçao, Joaquín y Capi; y arriba César y Alfonso. Se quedarían en el banquillo Calado, Arzu, Cañas, Gastón Casas y Mingo. Nombres que nos llevan a otra época y a un sinfín de recuerdos vividos a base de goles y espectáculo. 

Por el otro lado encontrábamos un Sporting en pruebas comandado por el técnico Ladislau Bölöni. Éste fue el que decidió que un chaval de diecisiete años que empezaba a despuntar en categorías inferiores fuera convocado para este encuentro con el primer equipo; y sí, hablamos de Ronaldo, pero no del que por entonces era considerado crack mundial, sino de Cristiano, el que hoy ha tomado el relevo de aquel otro. 

Sin saberlo, el Sporting de la campaña 2002/2003 albergaba en sus filas a dos jugadores que posteriormente se convertirían en campeones de Europa con la selección lusa: por un lado el ya mencionado Cristiano Ronaldo, y por otro, Ricardo Quaresma. 

Así, aquel 3 de agosto partían ambos equipos con la mirada puesta en sus respectivas ligas sin saber que a uno le arrebatarían sus estrellas los grandes de Europa y que al otro, aún le quedaba vivir de nuevo la amargura del descenso. 


El primer tanto de aquel día lo haría el conjunto de Portugal gracias a un hábil Quaresma que superó a Prats culminando un magnífico contragolpe antes de llegar a la primera media hora de juego. Sin embargo, Alfonso se encargaría de poner las tablas en el mercador apenas cuatro minutos después a pase de Joaquín. Llegaríamos así al descanso con el 1-1 en el mercador y la mirada puesta en los banquillos para ver qué relevos saldrían en el segundo tiempo. Pero lo que llegó al inicio de éste no fueron tanto los cambios como el segundo gol del Sporting: Pedro Barbosa marcaba aprovechándose de un fallo de Prats al querer conectar con Rivas. 

La historia del fútbol nos obliga a pararnos en el minuto 77, cuando Rui Bento dejaba el terreno de juego para la inclusión en éste de Cristiano Ronaldo. Con el 28 a la espalda y unas ganas tremendas de labrarse un nombre, Cristiano atizaba con su velocidad al Betis que sin embargo, lograba el empate en el minuto 85 gracias a un tanto de Alfonso que remataba de cabeza una falta votada por José Antonio Calado.

No sabremos nunca si fue el relajamiento defensivo que se apoderó de la zaga bética tras el empate a falta de cinco minutos del final, o las ganas incomensurables de Cristiano que con diecisiete años debutaba con el primer equipo de Lisboa. Pero en el minuto noventa apareció aquel joven escapándose por banda izquierda para plantarse ante Prats, superarlo, y mandar el balón al fondo de las mallas. La televisión lusa rotulaba el nombre de Custodio (compañero que había entrado anteriormente al campo) por error, como si después pudieran permitirse olvidar el nombre de Cristiano, figura del Real Madrid y de toda Portugal. 3-2 acabó el partido, y con ello la historia de aquel primer encuentro entre los clubes que este 4 de agosto se enfrentan de nuevo en el Algarve.

Agosto de 2007, enfrentamiento en el Trofeo Guadiana

Para este segundo encuentro entre lisboetas y béticos el Betis regresaba al país vecino. El estadio Vila Real de Santo Antonio que albergaría el partido de preparación para la temporada 2007-2008 entre ambos conjuntos seguía siendo humilde, como ocurrió en la primera ocasión, con una capacidad de poco más de 8000 espectadores. Había muchas diferencias respecto al Betis y el Sporting de 2002, y éstas empezaban en los banquillos. Por parte de los de Heliópolis se encontraba Héctor Cúper, mientras que en el banquillo rival se alzaba la figura de Paulo Bento, el mismo que hacía cinco años atrás se enfrentaba al Betis como jugador. 

Este Betis no llegaría aquel año a firmar una temporada tan buena como ocurría en la 2002-2003; En diciembre de 2007, Cúper sería destituido y sería Francisco Chaparro el encargado de tomar las riendas del equipo hasta final de temporada. Chaparro certificó la permanencia pero no consiguió mejorar notablemente el juego de su plantilla, lo que llevó al equipo bético a finalizar la temporada en decimotercera posición, a cinco puntos del descenso.

Aún así, en aquel tramo de la pretemporada tanto aficionados béticos como lisboetas estaban esperanzados y muy ilusionados con los proyectos de sus respectivos equipos. 

El Betis salía con un once con muchas novedades respecto a aquel otro de agosto de 2002: en portería Ricardo, línea defensiva para Isidoro, Melli Rivas y Fernando Vega; en la línea del mediocampo Damiá, Capi, Juande y Caffa; y arriba Fernando y Maldonado. Otros nombres a resaltar son los de Lembo y Pavone, que saldrían en el segundo tiempo. 

El Sporting de Portugal arrancaba el encuentro con un once completamente nuevo a los habituales de Bölöni. En esta ocasión, y también sin saberlo, el Sporting de Paulo Bento jugó con otros dos futbolistas que posteriormente, como ocurrió en el encuentro de 2002, se convertirían en campeones de Europa durante la Eurocopa de Francia 2016. Se trata de los futbolistas Adrien Silva y de Joao Moutinho, quienes uno de titular y el otro de revulsivo jugaron también aquel encuentro frente al Betis.

Se trataba de la VII Torneo Internacional "Guadiana", y ambos equipos decidieron jugar con sus segundas equipaciones al coincidir los colores blanquiverdes de ambos. El Betis llegaba a Portugal queriendo limpiar la mala imagen dada en los amistosos previos a aquel encuentro, y tras un muy buen inicio bético, llegaba el primer gol a su cuenta a botas de Capi. Pudieron aumentar la renta los de Cúper con un zapatazo de Maldonado que estrelló en el larguero minutos antes del descanso. 

En la segunda mitad, el Betis le dio el balón a los lisboetas, buscando el segundo tanto a través de algún contraataque. Pero el segundo tanto bético no llegó y fue finalmente Liedson el que ponía el 1-1 para los lusos. A partir de aquí el Sporting se adueñó del partido, pero la falta de puntería de cara a la portería de Ricardo les hizo tener que llevar el encuentro a los penaltis. El propio Caffa también pudo desequilibrar el encuentro con un lanzamiento de falta que se topó con el palo. Al final, el partido llegó a los penaltis donde la suerte dio la cara a los de Paulo Bento y desde los once metros, el Sporting se llevaba el partido. 

El siguiente capítulo de esta historia de dos está por escribir este jueves en el Algarve, catorce años después del debut de Cristiano, y a tan solo días de ver qué le depará al Betis esta temporada en nuestra liga. Está por ver hasta dónde podrán aspirar los de Poyet. Lo único seguro es que a partir del 20 de agosto se acabaron las pruebas, y el Betis debe engrasar cuanto antes la maquinaria.