En los primeros compases del partido y en gran parte de la primera mitad, el Sporting de Portugal fueron los dominadores del encuentro, tocando el balón rápido y recuperando la posesión en una buena posición para montar jugadas. El ritmo durante esta primera mitad fue lento, sin muchas ocasiones para ambos equipos aparte de los goles. Los portugueses tenían la posesión pero perdían el balón en tres cuartos de campo, al igual que el Real Betis cuando salía a la contra.

Poco a poco el Sporting fue demostrando porque es uno de los mejores equipos de Portugal, dominando el centro del campo y dándole una marcha más al partido. Por eso, al cuarto de hora de partido, llegó el gol de Alan Ruiz tras una gran jugada de Brayan por la banda derecha, que ganó línea de fondo y la metió en el área para que Alan Ruiz rematara a placer.

A partir del gol inicial, los portugueses dieron el trabajo por terminado e intentaban dormir el partido. Al Real Betis le pasaba lo contrario, luchaba intensamente por engancharse al partido y no darle la espalda. Poco a poco se dio esto, el Sporting se dio por satisfecho con su superioridad en el centro del campo, mientras que el Real Betis iba dando pasos para adelante, hasta que en el minuto 26, un balón largo es pugnado por Sanabria y un defensor. Sanabria ganó el balón y en cuanto tuvo una posición cómoda centró el balón. Rubén Castro, que siempre está donde tiene que estar, cabeceó a la perfección al fondo de la red.

Con este gol, el Real Betis demostró la rápida transición defensa-ataque que vamos a ver en sus partidos, ya que el potencial y velocidad que tiene arriba hace que de un balón negativo, nazca una oportunidad de gol. Por eso, a la siguiente jugada, dos minutos después, Rubén Castro recibe un pase en el área encontrándose solo, recortó al defensa y la puso al primer palo, directo a la red. Así el Real Betis demostraba dos cosas: la personalidad y el nunca rendirse, y la gran pegada que sigue teniendo con Rubén Castro, que balón que le llega lo envía al fondo de la red.

El Real Betis demostró una gran capacidad de reacción

De aquí al descanso, el Sporting no demostró ni sacó el carácter que inunda a los buenos equipos y no se levantó de los dos golpes. Por otro lado, el centro del campo del Real Betis fue encontrando su sitio e imponiéndose y luchando contra los portugueses. Los jugadores enfilaron el túnel de vestuarios con la sensación de que habían dado la vuelta a un partido que se les había puesto cuesta arriba, y que estaban a 45 minutos de cosechar un gran resultado contra un gran equipo, con lo que todo era positivo en el vestuario, faltaba rematar la faena.

En la segunda mitad, el Real Betis salió a gestionar la ventaja que tenía, dándole el balón al Sporting de Portugal, defiendo y gestionando energías por si las cosas se ponían mal. El Sporting hizo muchos cambios de entrada, para darle otro color al partido, otro aire que hiciera cambiar el sentido del encuentro. Pero la relajación del Real Betis duró poco, ya que poco a poco Poyet fue introduciendo cambios y éstos salieron a revelarse y trabajar duro.

Hat-trick para demostrar que sigue en perfecto estado de forma

El centro del campo era de los portugueses, pero seguían sin saber unirse con sus delanteros y crear ocasiones de peligro. El Real Betis, al contrario, se encontraba cómodo saliendo a la contra, metiéndole ritmo al partido para apretar a los portugueses, y cada vez que lo hacía, creaba peligro. Por eso llegó el tercer gol, el hat-trick de Rubén Castro, tras un rechace que el canario enchufa sin pensárselo.

A partir del tercer gol, la diferencia era superior y el técnico verdiblanco aprovechó para seguir moviendo el banquillo. Destacar la entrada de Slimani en las filas del Sporting, que hizo enloquecer a los defensores verdiblancos con su potencia por alto, ganando muchos balones y ofreciendo mucho al juego de los portugueses. Slimani provocó muchas faltas, que suponía centros con mucho peligro, ante un equipo alto y que aprovecha la estrategia.

El Real Betis ilusiona a su afición

Así lo demostró, cuando Slimani puso el 2-3 para añadirle aliciente al partido. Tras una falta, un cabezazo de este jugador puso el 2-3, con lo que los portugueses se acercaron en el marcador a falta de 15 minutos. Esos 15 minutos fueron de sufrimiento para los béticos, que achicaron todas las ocasiones que iban llegando mientras miraban pasar el reloj. Al final, la Copa Ibérica vuela para las vitrinas del Benito Villamarín, gracias a su ariete, al canario, al de siempre, a Rubén Castro que con un hat-trick demuestra que no ha perdido su olfato goleador ni su estado de forma.

El Betis sigue así con una racha positiva en su pretemporada, con buenas sensaciones que hacen que sus seguidores se ilusionen y vean posible la machada ante el Barcelona en la primera jornada. Hoy ya ganó a un equipo fuerte en Europa que no se guardó nada. Los verdiblancos demostraron que tienen mucha pegada y que forman jugadas con peligro en décimas de segundo, un ataque rápido con toques rápidos para pillar desprevenido al rival, acompañado de una defensa sólida. El Real Betis, campeón de la Copa Ibérica.