Han pasado seis años desde su llegada a Sevilla pero Rubén Castro sigue demostrando por qué el Real Betis es su casa. El club que le ha dado verdaderamente la oportunidad de crecer como futbolista tras un currículum de cesiones faltas de continuidad. Ahora, asentado en la capital andaluza, quiere continuar disfrutando del fútbol de élite.

Lo hará por séptima temporada seguida en el equipo verdiblanco, con quien lleva una cantidad de tantos asombrosa. Es el máximo goleador de la entidad. No hablamos de alguien cualquiera ni mucho menos. Ha militado dos campañas en Segunda División, una categoría que se le queda pequeña. Ésta será su quinto año en LaLiga Santander con el cuadro de las 'Trece Barras'. Es un chico que merece, como mínimo, estar con los mejores.

Su primera temporada estuvo llena de goles. Hasta 32 'chicharros' consiguió Rubén en menos de 50 partidos. Sí, es verdad. Era Segunda División pero fue clave junto a su más amigo que compañero Jorge Molina en el devenir de la campaña. Ese año guardaba un ascenso para el Real Betis entrenado por aquel entonces por Pepe Mel en una de sus dos etapas como míster bético. Un delantero con un olfato goleador que ya quisieran muchos. No se cansa de meter tantos. Su buena colocación, sus desmarques y, sobre todo, su pegada hacen de Rubén Castro un futbolista con un talento que ha salido a relucir demasiado tarde. Así es el fútbol.

La campaña posterior, ya en Primera División, Rubén Castro lograría una cifra francamente positiva: 16 goles. El Real Betis se asentaba en la categoría con una cómoda plaza que daría la permanencia. Llama la atención de aquel año el frenético inicio de temporada con cuatro triunfos seguidos más los posteriores 10 encuentros donde los béticos solo sacaron un empate. Un punto de 30 posibles. Y aún así, continuaba en La Liga de forma holgada. Así es el fútbol.

Mejor incluso fue la siguiente temporada para el delantero canario. Y es que Rubén Castro conseguiría sumar 21 tantos. Seguía con la 'pólvora' mojada a pesar de tener un año más que la anterior campaña. Da igual porque este ariete lleva eso de marcar en la sangre. Que, por cierto, ya es verdiblanca. Siempre con su socio como mejor acompañante: Jorge Molina. La conexión entre el alcoyano y 'RC24' era letal para la mayoría de las defensas. Prácticamente nadie podía detener, si no era uno era el otro, ese gran ataque que formaban. Hablamos en pasado porque 'JM19' se ha marchado este año tras una etapa llena de buenos momentos con algunos sinsabores. Así es el fútbol.

Cuando tu equipo no tiene regularidad puede ser que tropieces con una piedra. Eso le pasó al Real Betis de la temporada 2013/2014, la peor sin lugar a dudas de Rubén Castro. Una de las más nefastas que se recuerdan por Heliópolis. Esa donde solamente se lograron 25 puntos. La grandeza del delantero canario se ve hasta en estos peores momentos, donde ni las lesiones le respetaron. 13 tantos sumaría en una campaña donde todo, absolutamente todo, salió mal. De disfrutar jugando en Europa a terminar eliminados por el eterno rival en penaltis en tu propia casa con remontada incluida y acabando colista de la categoría. Si alguien piensa que se puede ser más cruel, que hable o calle para siempre. Así es el fútbol.

Una temporada de auténtico 'animal'

Rubén Castro no quiso abandonar el 'barco' tan pronto. Ni mucho menos. Tanto es así que de firmar su peor temporada en el Real Betis, algo lógico viendo el nivel de sus compañeros, el canario se marcaba al año siguiente en Segunda División una cifra de goles soberbia: 33 veces había perforado las porterías de la categoría de plata. Un promedio de mucho más de medio gol por partido. Ese hambre de marcar, de ver el arco entre ceja y ceja, le permitieron devolver al equipo a Primera División. A la primera. Porque con él todo es mucho más fácil. Y es que dicen que no echas algo de menos hasta que lo pierdes. Así es el fútbol.

La pasada temporada fue la de la consagración. Con una edad en la que muchos se excusan para no llamarlo a la Selección Española ni para un triste amistoso, Rubén Castro siguió callando a los que critican sin argumentos reales. 19 goles para dejar al Real Betis en una 10ª posición bastante engañosa por juego pero real por puntos. La famosa 'CastroDependencia' se hacía ver en un equipo que dependía totalmente del olfato goleador del canario para sacar sus partidos adelante. Así es el fútbol.

Ahora, arranca su primera campaña sin Jorge Molina. Pero, por fortuna, Rubén Castro tiene nuevo colega. Se llama Sanabria, otro chico que viene pisando fuerte. Ya ha demostrado que este año también va enserio con su doblete en Barcelona ante uno de los dos 'gigantes' de Primera División. Como mandan los cánones. No se pone una cifra de goles porque él va partido a partido pero da igual. 'RC24' sabe que esta temporada su equipo debe dar un paso más. Es la consolidación definitva. Lleva 136 celebraciones a sus espaldas. Muchos mofletes dentro de ellas. Así es Rubén Castro.