Tras las ventas de Alcácer, André Gomes y Mustafi, el club valenciano pierde a jugadores valiosos e importantes en el vestuario en prácticamente todas las líneas del campo. Por otro lado, no ha llegado ese jugador con galones capaz de suplir a esos jugadores, por lo que el técnico che tiene dos tareas: hacer que sus jugadores confíen en sí mismos y conseguir adaptar un sistema a las posibilidades que tiene.

En dos partidos de Liga jugados, el Valencia tiene un balance de 2 derrotas. Además en el primer partido de Liga, Las Palmas se paseó por Mestalla, ganando 2-4 y ofreciendo un claro festival de fútbol. El Valencia salió al campo con un 4-2-3-1. Muchas caras nuevas y Alcácer todavía en la punta de ataque. El peso del juego caería como en años anteriores en Dani Parejo, quien siempre responde en su trabajo, pero la tarea más atacante sería para Medrán, que en su primer partido no cuajó una gran actuación.

El primer gol blanquinegro llegaría temprano tras un auténtico aluvión, obra de Santi Mina. Después la efectividad canaria sentenció el partido con un 1-3 que el Valencia adornó con un un gol más antes del descanso. El Valencia tiene sus puntos débiles en su frágil defensa formada aquel día por un Rubén Vezo que ya no está y por un Abdennour que tiene ciertas limitaciones, como su velocidad ante ataques rápidos. Limitaciones en defensa que no se vieron reducidas aunque Cancelo jugó de extremo siendo un lateral reconvertido.

La falta de eficacia goleadora che se nota en los resultados

A las limitaciones defensivas se le une la falta de entendimiento de los jugadores de arriba, lo que radica en une efectividad baja. Álvaro Medrán, Santi Mina y Alcácer no fueron capaces de reaccionar y de hilar jugadas combinativas para derribar la defensa canaria, y justo eso conseguía hacer el equipo de Setién, que le ganó la batalla táctica en todos los sentidos a Pako Ayestarán, el cual se vio sobrepasado por los errores de su equipo, y tan solo le quedó tomar nota para solucionarlos de cara a próximos encuentros.

El segundo partido de perdió por la mínima ante el Eibar. En esta ocasión, Ayestarán alineó un 4-3-3 con las incorporaciones de Rodrigo, Nani y Mario Suárez. Aun así, el conjunto blanquinegro no fue capaz de meter un solo gol en todo el partido. Con Santi Mina en punta, el Valencia protagonizó un mejor juego y un mayor control, pero la eficacia volvió a ser nula por parte del conjunto che.

El gol del Eibar llegó a la hora de partido, haciendo dejar ver las carencias que sufre el equipo valencianista. La capacidad de reacción desde el banquillo fue nula y aunque se quiso mover ficha nada haría que el marcador cambiara, por lo que el Valencia se sitúa en la tabla con 0 puntos, a falta de inaugurar su casillero. El partido de esta semana significará un antes y un después para ambos equipos, que no han comenzado del todo bien la Liga. Puede ser el comienzo de una buena racha de victorias para alguno de los dos clubs.

Batalla táctica entre dos entrenadores similares

Las carencias tácticas de los de Ayestarán están en su debilidad a la hora de defender centros desde la banda y contrataques. Además de su falta de eficacia de cara al gol, como sufre también el Real Betis. El conjunto valenciano no se aclara se jugar más verticalmente y rápido de cara a portería o elaborar más las jugadas realizando un fútbol combinativo. Si el Real Betis refuerza sus bandas de cara al ataque y realiza una presión fuerte sobre el conjunto valencianista, puede hacerse con el partido.

La clave estará en el equipo que consiga que el rival no tenga opción a despertar y a volver a ser lo que eran en la anterior temporada pasada. La clave estará en neutralizar al rival y machacarlo lo antes posible con goles tempraneros, en la primea mitad. Dos entrenadores con carácter se miden frente a frente, en un momento difícil de la temporada donde no llegan las victorias. Valencia y Real Betis protagonizarán una auténtica batalla táctica.