El mítico estadio de Mestalla albergará este jueves un choque que puede significar el primer punto de inflexión para béticos y valencianistas.

Noventa años después del primer encuentro que enfrentó a ambos clubes, los de Ayestarán miden una ilusión reforzada en el último tramo del recién finalizado periodo de traspasos, tras haber hecho oficial tres importantes incorporaciones de última hora: Ezequiel Garay, Eliaquim Mangala y Munir El Haddadi

Estos tres fichajes han dado algo de optimismo a una afición, la valencianista, que ve como su club no consigue salir de una crisis deportiva que empezó con sus anteriores técnicos: Nuno Espírito Santo y Neville.

Por otro lado, el conjunto de Heliópolis afronta su primera temporada con Poyet en el banquillo y un ambicioso proyecto, que trata de devolver al beticismo la gloria que el descenso de la temporada 2013/2014 le quitó. 

Un inicio complicado en el Camp Nou que el Betis debe olvidar para creer en sí mismo

Si Gustavo Poyet hubiese podido elegir un rival para debutar como técnico verdiblanco en su primer partido oficial de Primera División, con toda certeza que el F.C. Barcelona hubiera sido su última opción. 

Todavía pesan los seis goles que encajaron sus futbolistas en el coliseo azulgrana y no es fácil asimilar una derrota tan abultada ni para su afición ni para el propio club, a pesar de saber de la absoluta superioridad del cuadro que entrena Luis Enrique. 

La plantilla bética quiso resarcirse del doloroso golpe en Barcelona con el encuentro ante el Deportivo de la Coruña, pero no pudieron llevarse la victoria y el empate a cero no sirvió para consolar a un equipo y a una afición que espera mucho más.

Con estos antecedentes, el combinado andaluz llega a Valencia para conquistar Mestalla y dar el primer golpe sobre la mesa en la "Era Poyet". 

Si bien el inicio de la pretemporada fue magnífico en cuanto a juego y resultado, el final de la misma llevó al equipo a una racha negativa con las derrota por tres goles ante el Montpellier y el fracaso del Trofeo Colombino. Es esta racha que prosiguió en liga con la derrota en el Camp Nou la que debe borrar el Betis para entrar en una dinámica positiva de victorias y buen juego, esenciales para coger fuerza y sumar puntos en este inicio liguero. Aunque es cierto que estamos aún en la tercera jornada de liga, cada partido cuenta y son los puntos que no se suman ahora los que pesan a final de temporada. 

El calendario no sonríe al Betis

Además, el Betis afronta un calendario harto complicado y necesita sumar puntos ante sus rivales directos para poder afrontar con más liquidez sus enfrentamientos contra otros rivales de mayor talla. Tras el encuentro en Mestalla, el Betis vuelve a su estadio para enfrentarse al Granada y en la jornada inmediatamente después tendrá el primer derbi de la temporada ante el Sevilla de Sampaoli en el Pizjuán. No es necesario recordar lo que supone un derbi en la capital hispalense y lo importante que será sumar puntos en el coliseo del máximo rival. Tras el choque ante el Sevilla, el Málaga visitará el Villamarín para después jugar en Anoeta ante la Real. Y tras el viaje al País Vasco, el Real Madrid de Zidane será el próximo rival a batir en casa

Se tratan de ocho jornadas donde el Betis no puede descuidarse y debe dar lo mejor de sí mismo para no quedarse rezagado en la tabla. La comunión entre jugadores y aficionados será crucial para conseguir un equipo fuerte en casa y que dé guerra fuera de ella. 

Un Valencia en horas bajas hace que sea un rival imprevisible y peligroso

El conjunto ché afronta el partido en su estadio y ante el Betis en una situación enrrarecida, pues no es normal mirar la tabla de clasificación y divisar a los valencianistas en último lugar, como colistas de Primera, a pesar de que solo estemos a punto de disputar la tercera jornada de liga. 

El Valencia, que fue comprado por el magnate chino Peter Lim en el año 2014, parecía que se convertiría en un club mucho más competitivo de lo que ya lo era. El bolsillo de Lim no iba a temblar a la hora de construir a golpe de billetera todo lo que el Valencia necesitara para ser un equipo campeón. Sin embargo, no duró mucho el estímulo chino en el equipo de Mestalla y desde la temporada pasada se evidencia una crisis deportiva en el equipo ché que aún parece díficil de solucionar. 

El mismo entrenador que fue vitoreado en su estadio, Nuno, acabó silbado por una afición que pedía a gritos su dimisión. Cuando llegó Neville al banquillo valencianista parecía que los fuegos se había calmado. Pero nada más lejos de la realidad. El equipo empeoró los números de Nuno y al final tuvieron que acudir a un entrenador de la casa para tratar de apagar un fuego que empezaba a oler a descenso en la temporada pasada. Ayestarán salvó al equipo y ahora tiene la confianza para empezar desde cero este temporada a cargo del primer equipo valencianista. 

Sin embargo, tras dos partidos jugados frente a Las Palmas y frente al Eibar, el Valencia ha caído a la última posición de la tabla perdiendo por dos a cuatro en casa y por uno a cero como visitante respectivamente. 

Con la visita del Betis, el Valencia regresa a su estadio con la necesidad de hacer las paces con su afición y empezar a dar signos de que ete equipo podrá pelear por algo más que por no terminar la temporada luchando por no caer en el pozo del descenso. Esta situación es la que hará del Valencia el domingo un rival impredecible, que podrá mostrar lo mejor o lo peor de sí mismo ante el Betis de Poyet. 

El último precedente lo ganó el Betis

Si atendemos a lo que ocurrió la última vez que valencianistas y béticos se enfrentaron, fue el conjunto dirigido por Merino entonces el que se llevó la victoria. 

El partido correspondiente a la vigésimo tercera jornada de liga se jugó en el Benito Villamarín ante más de cuarenta mil espectadores. El colegiado del encuentro sacó tarjetas amarillas por doquier y el Valencia acabó con una menos tras la expulsión de Gayá por doble amarilla.

Un gol del canario Rubén Castro en los primeros compases del segundo tiempo daría los tres puntos al combinado verdiblanco en un choque donde los onces de ambos equipos fueron muy distintos a los que este domingo pondrán sobre el verde de Mestalla tanto Poyet como Ayestarán. 

No obstante, la historia y las estadísticas más recientes nos hablan de un Betis que ha sido incapaz en dieciséis años de vencer de forma consecutiva al Valencia en dos encuentros seguidos. Veremos a ver si es este domingo el día en el que el Betis saca sus alas y echa a volar llevándose los tres primeros puntos de la temporada y rompiendo esa estadística ante un rival, el Valencia, que no pondrá las cosas nada fáciles.