El Sevilla llegaba al gran derbi de la temporada con 2 victorias y 2 empates en la competición doméstica, pero sin encontrar aún su mejor versión. Sampaoli decidió alinear de inicio a Nasri y dejó sin convocar a uno de sus grandes fichajes, Ganso. Además, el técnico argentino alineó a algún español, algo reseñable después de las críticas recibidas tras su último partido, donde no había ningún español de inicio.

Por su parte, el Real Betis aterrizaba en el Sánchez Pizjuán con una victoria, dos empates y una derrota. Gustavo Poyet no mostró novedades en su once titular, ya que sigue confiando en los hombres que ganaron en Mestalla y que casi remontan al Granada en el Benito Villamarín.

El partido comenzó con la intensidad lógica de un derbi, y prueba de ello es la tarjeta amarilla que el colegiado mostró a Petros en la primera jugada del partido, algo que demuestra las ganas que tienen los jugadores en estos partidos. Pero en el minuto 10, ya eran dos las tarjetas que tenían los jugadores verdiblancos, algo que no pareció influir en el juego, ya que el Betis comenzó a llegar a la portería de Sergio Rico, aunque sin mucho peligro. 

Tras unos primeros minutos de infarto, el partido comenzó a calmarse después de un tangana entre ambos equipos por una falta de Bruno sobre Vietto. En este tramo del encuentro, el Sevilla empezó a intentar jugar un fútbol más elaborado, tocando rápido y abriendo las bandas. Pero la ocasión sevillista vino por una falta de concentración de Bruno, que fue a proteger un balón que salía del campo, Vietto le robó la "cartera" y Adán y el resto de la defensa tuvieron que intervenir para evitar el primer tanto del partido.

Sobrepasada la mitad del primer tiempo, el partido perdió intensidad, con respecto a los primeros minutos, ya que en un derbi nunca se queda sin intensidad. Las ocasiones disminuyeron, aunque durante el resto del tiempo tampoco había habido muchas, y tan solo el Sevilla logró llegar con algo de peligro al área rival. A pesar de la aparente superioridad sevillista, el Betis logró una conectividad aérea con Álex Alegría, que supuso un incremento de la presencia bética en el área del Sevilla, pero sin generar acciones de gran peligro.

Con esa superioridad aparente del Sevilla y con la "tranquilidad" bética, sobre todo con el marcador, el partido llegó al descanso, aunque durante el trayecto al túnel de vestuarios, los jugadores de ambos equipos reprocharon algunas acciones al árbitro.

El partido fue muy disputado por ambos equipos
El partido fue muy disputado por ambos equipos

Tras la reanudación del encuentro, el Sevilla salió mucho más enchufado al partido. Un arranque con menos interrupciones que en la primera parte. Fruto del gran comienzo del Sevilla, llegó el primer gol del encuentro, tras una buena falta centrada por Nasri y una gran prolongación de Mercado que se terminó colando en la portería bética.

Poco se hizo esperar la reacción verdiblanca, y apenas tres minutos después, Alex Alegría marcó un gran gol después de una buena asistencia de Rubén Castro, al que le había habilitado Joaquín con una espectacular cuchara, pero el juez de línea decidió que Castro estaba en fuera de juego, algo que la repetición desmintió por otra parte. 

El partido entró de nuevo en el rol de la primera parte, con mucho juego en el centro del campo y con bastantes paradas en el mismo, ya a causa de los cambios, debido a que las faltas disminuyeron notablemente en número. En estos minutos de imprecisiones por parte de los dos conjuntos, el Sevila tuvo la ocasión más clara para cerrar el encuentro, pero el disparo con rosca del "Mudo" Vázquez se fue rozando el palo de la portería de Adán.

De nuevo los cambios, tanto de jugadores como tácticos, enfriaron en gran parte el ambiente del Sánchez Pizjuán, el cual se encendió sin problemas cuando su equipo volvió a aparecer por líneas de ataque, algo que el Betis no consiguió. 

Pero en los minutos finales, el partido volvió a calentarse con varias tanganas en diferentes puntos del campo, incluyendo una con todos los integrantes de ambos equipos y en la que el árbitro reapartió hasta tres tarjetas. Tanganas, que por otra parte, dieron por cerrado el partido, ya que tras ellas, el encuentro no volvió a tener grandes propuestas futbolísticas, aunque el Betis intentó "matar" hasta el final, llegando sobre todo por las bandas, pero sin terminar de definir.

El próximo partido del Sevilla será en San Mamés el próximo sábado 24 de septiembre contra el Athletic Club, mientras que el Real Betis se enfrentará el viernes 23 de septiembre, a las 20:45, al Málaga en el Benito Villamarín.