Partido el de este viernes que llega tras la resaca que ha dejado el Derbi sevillano. Tras una derrota que duele aun más cuando se ofrece una buena imagen, un buen fútbol. El partido llega a destiempo, demasiado pronto para haber digerido tal derrota. Una derrota que escuece aun más cuando se logró empatar el partido de forma legal, tras una maravilla de Rubén Castro que vio el hueco donde nadie puede verlo.

Sin embargo, la competición sigue. Los de Poyet tienen por delante otro derbi andaluz, contra el Málaga. El equipo de Juande Ramos ha protagonizado un mal arranque de Liga, donde el juego del equipo no ha sido de gran nivel, perdiendo partidos en casa como el del Villarreal. Pero el Málaga llega con la moral alta después de su victoria ante el Eibar por 2-1 esta semana, con lo que hay que tener cuidado.

El partido se jugó una tarde lluviosa de marzo

Adentrándonos en el partido de la Liga 2013/2014, verdiblancos y boquerones se iban a ver las caras en la jornada 31 de la competición. Ambos conjuntos llegaban con la soga al cuello, viendo cada vez más cerca el precipicio del descenso. Se jugó un 31 de marzo, en un día lluvioso, hecho que no hizo desmotivar a la gente. En el Villamarín se volvía a colgar el cartel de no hay entradas una vez más.

El encuentro comenzó bien para el Málaga, que salió a dar la cara al partido, mientras que el Real Betis salía a darlo todo en el campo, colocando a tres delanteros y un extremo en el terreno de juego. Los de Schuster dominaron los primeros compases del partido con una gran superioridad en el centro del campo, y gracias a la capacidad para bajar balones de Santa Cruz, que fue un quebradero de cada para los verdiblancos.

El partido transcurría con un ligero dominio del equipo malagueño. Sin embargo, no lograría crear ocasiones de peligro debido al buen trabajo defensivo de los verdiblancos. En el minuto 29 llegaría el gol bético, por mediación de Reyes, que chutó desde el borde del área sorprendiendo a Cababllero. 1-0 y la ilusión se instalaba en Heliópolis. El Betis arriesgó y jugó a sentenciar el partido en lo que restaba de la primera parte, pero Castro y Molina no encontraron ningún premio a la constancia.

En diez minutos, el Málaga remonta

En la segunda parte, el Real Betis pasó a ser dominador del encuentro y tuvo varias oportunidades para poner tierra de por medio en el partido. Pero no iba a ser el día de los verdiblancos, que después verían como en diez minutos de locura, donde sufrieron un apagón inexplicable, los boquerones daban la vuelta al marcador. Amrabat apareció y tras un pase suyo, Juanmi puso el empate.

En estos diez minutos Rubén Castro fallaría un penalti, Caballero detendría un remate a bocajarro de N’Diaye. Darder pondría el definitivo 1-2 y Rubén Castro fallaría el dicho penalti en el descuento, tras estrellarlo en el poste. Este partido fue el que certifico el hundimiento al abismo para el Real Betis. Cualquier esperanza bética se esfumó con ese penalti fallado por Rubén Castro. El corazón de todos los verdiblancos se encogió, a sabiendas de que la situación era límite ya.

Después de este partido, el Real Betis quedaría colista con 22 puntos, a ocho de la salvación a falta de siete partidos, toda una utopía para cualquier club. A veces no es la derrota, si no la manera en la que se produce, por eso esta fue tan dolida, no por el resultado, si no por ir ganando todo el encuentro y que en tres minutos el infierno entre de lleno en tus planes. Una derrota dolorosa porque el trabajo se realizó de manera adecuada y no se obtuvo ninguna recompensa.

El viernes de nuevo ambos equipos se ven las caras. Será pronto en la Liga y todavía no se ha establecido los objetivos por los que lucharán en este ejercicio. Es el momento de sumar, por lo que ambos equipos saldrán a por la victoria. El Real Betis, herido tras la derrota en Nervión. El Málaga buscando encarrilar una buena racha de victorias que le haga subir hacia arriba. Derbi andaluz a la vista, espectáculo asegurado.