Tres puntos muy sufridos para el Betis, en un partido con poco control de balón y con mucho trabajo y casta. Poyet presentaba un equipo en el que las principales novedades eran las de Rafa Navarro como lateral izquierdo y la de Musonda entrando desde el inicio del partido. El conjunto bético no tenía un esquema definido ya que tanto Musonda como Joaquín jugaban con mucha libertad, alternando la media punta y las bandas. Por su parte, Juande Ramos puso de inicio un equipo con un esquema más definido que el de los béticos, donde destacaba el uso de dos puntas como son Charles y Sandro.

El partido comenzó sin un dominio claro por parte de los dos equipos, donde exceptuando alguna ocasión, predominaba el balonazo arriba y la búsqueda del poderío aéreo que otorgaban tanto Alegría como Charles. El Betis a los diez minutos de partido comenzó a tener más dominio del balón y llegaba con una mayor facilidad a la portería de Kameni, aunque sin ocasiones claras. Por su parte, el Málaga se centraba en aprovechar los desajustes en el centro del campo bético, que al tener a Musonda y a Joaquín sin una posición fija provocaba una ventaja para los "boquerones" cuando había una salida rápida de balón.

En otro cúmulo de fallos en la defensa bética llegó la jugada polémica del partido. Juanpi aprovecho un balón suelto en la frontal del área y cuando parecía que se dirigía hacia el uno contra uno ante Adán, llegaba Bruno por detrás y tocaba tanto al jugador venezolano como al balón. Lo único que queda claro de la jugada es que se produce fuera del área pero en caso de pitar la falta era una clara expulsión para el central bético.

En ese momento de indecisión y de queja de los de Juande, Musonda puso un enorme centro teledirigido a la cabeza de Joaquín que batió a Kameni. El Betis conseguía adelantarse por fín en el marcador calmando los nervios en la parroquía verdiblanca,pero poco duro esa "tranquilidad" para los béticos, ya que el Málalga tuvo hasta tres ocasiones claras para empatar el partido. El Betis sufría cada vez más con los ataques rápidos del Málaga y se veía claro que Poyet introduciría tras el descanso a otro jugador en el centro del campo para controlar estas salidas rápidas y fáciles de los de Juande.

La segunda parte comenzó al igual que acababa la  primera, con un mayor dominio del balón del Málaga pero que no acababa de concretar sus ocasiones y con un Betis saliendo a la contra con mucho peligro. Poyet introducía a Brasanac por Rubén Castro con el objetivo de cerrar el partido desde el control del balón en el centro del campo. Pero poco duro esa premisa, ya que un choque de Brasanac con Kuzmanovic obligaba a Poyet a meter en el campo a Cejudo por el centrocampista serbio.

Quedaban veinte minutos en los que el balón estuvo más tiempo parado que en movimiento. El Betis mermado por las lesiones y el cansancio se encargaba de tener el mayor tiempo el balón lejos de Adán. Mientras, Juande metía al campo a jugadores como Duda, Chory Castro o En-Nesyri en la búsqueda de aprovechar una ocasión que jamás llegaría.

El Betis se llevó una victoria muy trabajada y al fín consigue satisfacer a los aficionados verdiblancos que estaban deseosos de ver la primera victoria del Betis en el Villamarín. El Málaga se vuelve de vacio tras otro partido fuera de casa donde se vió acentuada la falta de gol que tiene el conjunto de Juande Ramos.